El rendimiento de la soja y La Niña


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El ensayo que presentamos en este artículo, perteneciente a la red nacional de evaluación de cultivares de soja (RECSO-INTA-ASA), se sembró el día 10 de diciembre de 2020, en un lote con cultivo antecesor trigo, en siembra directa a 52 cm de espaciamiento entre surcos. Se evaluaron 41 cultivares comerciales de soja disponibles en el mercado pertenecientes a los grupos de madurez (GM) V, VI, VII y VIII, de hábitos de crecimientos determinados  e  indeterminados. El análisis de suelo indicó un lote con bajo contenido de fósforo disponible y adecuados de nitrógeno, bajos niveles  de  materia  orgánica  y  acidez  moderada  (Tabla  1).  Al momento de la siembra se realizó fertilización fosforada con superfosfato triple de calcio a razón de 70 kg/ha. Las  semillas  fueron  inoculadas  con  bacterias   fijadoras de  nitrógeno. El manejo de las malezas se realizó de manera química en el barbecho y durante el cultivo (glifosato, graminicidas), mientras que  el control de  insectos (orugas,  picudos y chinches) y enfermedades de fin de ciclo con insecticidas  y  fungicidas,  respectivamente.

El rendimiento medio del ensayo de la red de cultivares de soja (promedio de todos los cultivares) fue de 3.535 kg/ha corregido por humedad al 13 %, con una altura promedio de 78 cm. Los grupos de madurez más rendidores fueron los VII y VIII (Tabla 5) con un rendimiento medio de  3.896  kg/ha  (diferencia  de  1.269  kg  entre  la variedad de mayor y la de menor rendimiento) seguido del GM VI largos con 3.811 kg/ha (diferencia de 1.880 kg entre la variedad de mayor y el de menor rendimiento; Tabla 4). El GM V, por otro lado, presentó un rendimiento promedio de 3.387 Kg/ha con una diferencia entre  variedades  de  1.211  Kg/ha  (Tabla  2).  Por  último, los cultivares del GM VI cortos presentaron el menor rendimiento promedio con 3.038 Kg/ha y una diferencia de 1.219 kg entre la variedad de mayor y menor rendimiento (Tabla 1). Los cultivares de soja comenzaron a llenar granos entre 75 y 95 días desde la siembra. Esto es importante  para  la  planificación  de  las  aplicaciones  de fungicidas debido a que, si no fueron necesarias antes, a  partir  de  este  momento  la  aparición  de  enfermedades es  muy  frecuente.

Las diferencias de rendimiento observadas dentro de cada grupo de madurez fueron importantes, por lo tanto,  la  elección  del  cultivar  es  fundamental  a  la  hora  de la planificación ya que pueden contribuir a obtener mayores márgenes brutos finales. A pesar de lo ocurrido con las precipitaciones, se han obtenido buenos rendimientos en la red, lo que demuestra que la renovación de variedades de soja es importante para que el cultivo siga siendo un pilar en la producción agrícola de la región  noreste  de  Santa  Fe.

Fuente: INTA por Ing. Agr. Miqueas N. Sandoval – INTA EEA Reconquista, Luciano Nicolás MIERES

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