Especialistas del INTA brindan recomendaciones para el bienestar de los animales; una alimentación acorde, sumada a medidas para disipar el calor, permiten reducir el déficit energético de las vacas que se genera en períodos críticos.
El estrés calórico es uno de los factores que puede afectar significativamente la producción, la composición de la leche y la eficiencia reproductiva. En este sentido, un equipo de especialistas del INTA Rafaela –Santa Fe– y Balcarce –Buenos Aires– recomiendan prácticas nutricionales que aporten a la disminución del estrés por calor.
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