En las últimas horas, se conoció un nuevo frente de conflicto entre el sector y el Gobierno: la decisión de la Casa Rosada de lanzar un fideicomiso para reducir el valor del trigo y el maíz en el mercado interno, en el marco de la lucha para frenar los índices de inflación y cumplir el objetivo de los precios cuidados en alimentos básicos como el pan y las carnes.
Esta determinación fue presentada a los integrantes de las cadenas del campo y la agroindustria por parte del ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez, durante un encuentro que se llevó a cabo el martes por la tarde.
“Fue una reunión rarísima. Todos los que estábamos presentes planteamos reparos o directamente nos expresamos en contra de cualquier nueva distorsión que se introduzca en las cadenas agropecuarias, porque siempre a eso lo termina pagando el productor”, subrayó el vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Gabriel De Raedemaeker.
Trigo y maíz baratos
Según De Raedemaeker, la reunión se extendió durante dos horas y “todos los sectores se mostraron en contra”. El tema es que, al finalizar el debate, hubo alguien que preguntó si es un proyecto o una decisión, y la respuesta oficial fue que es una medida que ya está tomada.
El representante del ruralismo afirmó que Domínguez defendió esta herramienta como un fideicomiso privado, no manejado por el Estado, pero a la vez sostuvo que no se entiende quién va a integrarlo y administarlo, cómo y con qué recursos, si justamente todos los representantes del sector privado que estuvieron en el encuentro se manifestaron en contra.
“Estos instrumentos no serían necesarios si no hubieran permanentes intervenciones y fijaciones de precio por parte del Gobierno, si se pudiera trabajar libremente en la oferta y demanda, si se accediera a los precios que existen en la realidad. En el trigo, ya los productores recibimos los valores más bajos del mundo”, repasó De Raedemaeker.
Fideicomiso sin datos
El vicepresidente de CRA aseguró además que no hubo instancias de explicación sobre cómo funcionaría el fideicomiso ni qué monto es el que se busca recaudar, o cuántas toneladas se pretende subsidiar para los molinos –en el caso del trigo– y para los productores de carne bovina, porcina y de pollo –en cuanto al maíz–.
“Solo como ejemplo, los molinos señalaron que tienen que pagar el trigo a 26.000 pesos, pero para poder cumplir con las exigencias de precio del Gobierno, lo tienen que rendir a una ecuación de costos de 17.000. Esa diferencia es, por ejemplo, la que ahora quieren subsidiar a costa de los productores”, insistió.
En ese sentido, De Raedemaeker no dudó en señalar que “esto es una retención encubierta, la alternativa que quieren imponer a un aumento de los derechos de exportación que quedó descartado tras la no aprobación del Presupuesto 2022”.
Desde su punto de vista, es inevitable que la creación de un fideicomiso impacte en el precio. “Sobre el precio del cereal se van a descontar los costos de comercialización, el flete, la retención y lo necesario para alimentar el fideicomiso. Por más que digan que lo va a nutrir la exportación, lo terminará solventando como siempre el productor”, enfatizó el dirigente.
Y remató: “Es una locura, otro mordiscón fiscal al productor, otro impuestazo para intentar sujetar el andamiaje que se cae a pedazos de intervenciones y fijaciones de precios unilaterales. El campo ya no acepta más nada de esto”.