De todas maneras, el jueves, el mercado ya comenzó a operar con extrema volatilidad, llegando en el mismo día a subir 15 usd/tn y cerrar 7 usd/tn por debajo del día anterior.
Hoy arranca la semana en rojo, en medio de un contexto global con muchos frentes abiertos, pero que desde esa misma fecha viene con fuertes caídas en mercados de acciones. Este es el segundo sacudón de estos mercados en lo que va del año. En el primero, la soja y el maíz no solo no se contagiaron, sino que siguieron con su rally.
Ahora empezamos a preguntarnos si en soja y maíz ya llegamos al máximo por ahora, si se comportará como los anteriores mercados explosivos (fuertes subas, seguidas de fuertes bajas), si ya tomó lo peor de la pérdida de producción de Sudamérica (cerca de 30 millones de toneladas) o si esa baja puede ser mayor. O, por el contrario, si vuelve a independizarse de la volatilidad del resto de los mercados y sigue su camino ascendente hasta lograr llegar a los 660 usd/tn que vio en 2012.
En este sentido, es verdad que en nuestro país todavía queda bastante por delante como para “dormir tranquilos” en cuanto a producción de soja y maíz, pero no podemos dejar de lado que Brasil casi nos triplica en producción con la mega seca que tuvieron y todo.
Es decir, el grueso del volumen que sale de Sudamérica ya estaría en cierta forma asegurado, o muy cerca de estarlo. En especial, si consideramos que, en Brasil, de acuerdo con AgRural al 11 de febrero, la cosecha estaba en 24%.
De acuerdo con la Bolsa de Cereales de Buenos Aires al 10 de febrero, el 32,3 % del área con soja estaba en definición de vainas, es decir 5,2 millones de hectáreas. La condición de cultivo regular/malo en 17 % vs. 7 % del ciclo anterior, y en condición hídrica regular/sequía el 34% del área vs. 14% del ciclo anterior.
Entonces, mirando estos datos es más fácil entender por qué a pesar de estar con valores de soja local 100 usd/tn por encima que, en febrero de 2021, las ventas semanales de soja venían en torno a 250 mil toneladas vs. un millón de toneladas el año pasado. O por qué la mercadería con precio al 2 de febrero, de acuerdo al Ministerio de Agricultura, era solo de 2,1 millones de toneladas vs. 3,2 millones de toneladas en 2021.
Es otro año productivo y es difícil tomar la decisión de vender, estando en zonas con buena soja, cuando todos los días sube cinco dólares por tonelada y hay expectativas siempre latentes de que la devaluación oficial se acelere más de lo que viene hasta ahora, logrando achicar la brecha cambiaria.
Son tantos los factores que debe mirar un productor argentino para tomar decisiones, que es aún más relevante que en el resto del mundo, que se tome sus momentos de oficina para definir qué hacer con el precio de su producción. Además de buscar siempre el mejor rendimiento.
Más allá de los elementos alcistas, bajistas, macro, locales, entre otros puntos, creo que en medio de las subas que vimos, con un mercado tan volátil, donde todos los mercados de una manera u otra están interrelacionados, no podemos perder de vista estos datos:
Racionamiento de demanda: si bien la baja en la expectativa de importación de soja por parte de China es sólo de 3 millones de toneladas por ahora, cuánto más pueden subir los precios en un contexto de inflación global donde en ese mismo país tienen inflación no vista en 40 años.
- Brasil en su momento ya bajó su corte obligatorio de biodiésel para contener inflación, puede recortar más?
- En Brasil ya se ha visto reducción en consumo de carnes debido a incrementos de precios, ¿hasta qué precio van a seguir convalidando los consumos, cuando no pueden trasladar a clientes? Se repite el mismo análisis para varias cadenas.
Posición especulativa: más allá de la pérdida real de mercadería física en el caso de soja (cerca de 30 millones de toneladas), al 8 de febrero, los fondos especulativos en Chicago tienen una posición neta comprada de 22 millones de toneladas (mitad de la producción esperada para Argentina).
Y sin olvidar que el mercado ya subió 30% en dos meses, con los datos anteriores nos encontramos que si a los datos de mercadería con precio del Ministerio de Agricultura al 2 de febrero, le sumamos los contratos de futuro de MatbaRofex (mayo y julio) llegamos a la conclusión que solo hay con precio cerca de 4 millones de toneladas, de las 42 millones esperadas por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
Es decir, hoy hay un 91 % de la cosecha esperada en nuestro país que está “abierta” o “expuesta” a posibles bajas. Si esas bajas no se dan, ese 91% se sigue valorizando, pero si se dan las bajas, parte del rally se perderá sin ser aprovechado. Recordar que hay mucha mercadería a fijar durante mayo/junio.
¿Quién sabe cuál es la dirección que seguirá el mercado a corto plazo? No tengo seguridad, pero sí tengo seguridad de que este rally es una oportunidad, y siendo productor (que sigue en carrera productivamente) de alguna manera debería poner seguros de precio.
No solo siendo productor, también siendo aseguradora, empresa que vende insumos, servicios, banco, vería cómo proteger la renta de mi cliente. Ni que hablar del Gobierno.