En línea con la recuperación del Up River en los embarques de trigo, la campaña actual se acerca progresivamente en su ingreso acumulado de camiones a los promedios históricos. Superando con creces al año comercial 2020/21, la campaña actual de trigo viene ganando terreno semana tras semana.
De acuerdo con datos oficiales y estimaciones propias de embarques, al finalizar marzo ya debería haberse embarcado cerca del 60% del trigo a exportarse en esta campaña. En este sentido, las ventas externas de trigo 2021/22 sumaron cerca de 122.000 toneladas esta semana, consolidando ventas totales por 14,03 Mt.
En lo que hace a la dinámica comercial de la próxima campaña, el sábado el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (MAGyP) anunció una ampliación del volumen de equilibrio para exportación de trigo 2022/23, por 8 millones de toneladas. De esta manera, el volumen queda totalizando 10 Mt. No obstante, en la semana no se registraron negocios de trigo para el año comercial del trigo 2022/23, el cual aún no se encuentra sembrado en los suelos argentinos.
Por otra parte, en marzo comenzó el anote de ventas externas de cebada forrajera 2022/23. De esta manera, se anotaron casi medio millón de toneladas para la campaña que comienza en diciembre, marcando así un récord para esta altura del año. En lo atinente a la campaña actual de cebada, la cebada forrajera sigue sumando ventas externas para consolidar su mejor año comercial, representando más de la mitad de las exportaciones anuales del complejo cebada.
Incorporando las ventas externas de cebada cervecera, la exportación de cebada llegaría a máximos de 10 campañas, consolidando un robusto crecimiento en área sembrada y producción de los últimos años. Una ampliación del volumen de comercialización de cebada forrajera implica un mayor comercio bilateral con China, principal cliente argentino para este producto.
La seguridad alimentaria global, en riesgo
En plena siembra del trigo de primavera de China, la condición de este cultivo podría ser la peor de la historia en el gigante asiático, de acuerdo con el Ministerio de Agricultura de la República Popular China. Si bien el trigo de primavera representa cerca del 10% de la producción total de trigo, de acuerdo con la FAO, una merma de producción es un factor para analizar en vistas de la importancia de China en la producción de trigo.
El gigante asiático es el mayor consumidor y productor de trigo del mundo, esperando cosechar cerca de 137 Mt en esta campaña 2021/22. Esto representaría el 16% de la producción global del cereal, de acuerdo con datos del USDA. Sus importaciones, por cerca de 9,5 Mt, podrían verse amplificadas de registrarse caídas en el rinde de su cosecha de trigo de primavera, que por ahora se estima superior a las 13 millones de toneladas. La condición de cultivos del trigo chino podría adicionar aún más presión alcista sobre los precios.
No conforme con ello, se siguen de cerca las perspectivas de cara a la próxima siembra del trigo de primavera en Estados Unidos. Este cultivo representa cerca de un cuarto de la producción total de trigo de la potencia norteamericana.
En un contexto climático complejo, semana a semana se reduce el nivel de humedad de suelos en las áreas productoras de trigo de primavera de los Estados Unidos. En el estado de Montana el estrés hídrico impacta con más fuerza. Si bien la situación no es tan compleja en Idaho y Dakota del Norte, que concentran más del 70% de la producción triguera de primavera, la escasez de precipitaciones continúa afectando estas zonas, por lo que la situación podría empeorar en las próximas semanas.
Estos dos panoramas para las producciones de trigo de Estados Unidos y China sólo complican aún más el marco de incertidumbre generado por la crisis ruso-ucraniana. De acuerdo con la consultora APK, las cosechas de granos en Ucrania descenderían más del 54%, en vistas de la imposibilidad de sembrar en muchas zonas por el conflicto armado.
Asimismo, aún no hay una cuantificación detallada, pero se espera un fuerte impacto del conflicto sobre la infraestructura logística terrestre y portuaria en Ucrania. Si bien por ahora no se ha informado que los puertos puedan estar comprometidos estructuralmente, los bombardeos y combates han deteriorado el capital rodante y la infraestructura vial de Ucrania, lo que el día de mañana va a complicar cualquier futuro transporte de bienes hacia sus destinos.
El panorama sería aún más calamitoso si se registraran daños o se impidiera definitivamente la logística portuaria. Andriy Yarmak, economista del departamento de inversiones de la FAO, afirmó en un artículo que sin los puertos Ucrania podría exportar entre el 10-20% de los productos agroindustriales que hasta ahora venía comerciando.
En este sentido, un documento de la FAO advirtió algunos impactos preliminares para el conflicto en los socios comerciales de Rusia y Ucrania. Las economías más importantes que se ven afectadas son Turquía, Egipto, China e India. Las importaciones de commodities agrícolas de estos países desde la región del Mar Negro representan un 25%, 23%, 22% y 13% respectivamente sobre el total de importaciones de commodities.
La situación es aún más compleja en torno a la dependencia del trigo ruso y ucraniano en países africanos, con escasa producción de este cereal. Todo el trigo que importan Benin y Somalia proviene de la región del Mar Negro, mientras esta proporción es del 80% en Egipto. En otros 14 países africanos más del 50% del trigo se importa desde Rusia y/o Ucrania. La prolongación de este conflicto amenaza la seguridad alimentaria global en vistas de mermas en superficies sembradas y consecuentes caídas en la producción, con potencial de complicar la provisión alimentaria en un amplio abanico de países.
Fuente: Alberto Lugones – Guido D’Angelo – Emilce Terré BCR