Avanza la siembra de los primeros lotes del cereal en la tradicional zona cebadera bonaerense con la estrategia de eludir el estrés térmico del llenado de granos.
Aun prima cierta incertidumbre sobre la definición del área que los productores sembrarán con trigo o cebada. La humedad de los suelos, los precios de mercado, los costos productivos…algunas de las variables que ponen sobre la mesa para definirse.
En líneas generales, las empresas están revisando los planes de siembra para buscar un equilibrio entre margen posible y costo de la inversión.
Asimismo, los productores, considerando la multiplicidad de riesgos con lo que encaran esta campaña, se están inclinando a la adopción de tecnologías con el propósito de optimizar los recursos ambientales.
Mirá también Aunque crece en medio del frío, al trigo le sientan bien las noches cálidas
Hacia el sudoeste de la provincia de la Buenos Aires, tradicional zona cebadera, comenzaron con la siembra de los primeros lotes del cultivo.
Bien adelantada, explicaba el experto en el cereal Fidel Cortese, con el objetivo de evadir el estrés térmico de llenado de granos.
Claro que también, si hay buena humedad en los perfiles de la zona, rápidamente se asegura la formación de las primeras estructuras del cultivo, el stand de plantas y, hacia el final del ciclo, la cosecha temprana permite ser más estratega con la siembra de soja de segunda.