“Dólar oveja”: piden un tipo de cambio diferenciado para un importante sector de las economías regionales

La producción ovina atraviesa una de las peores crisis de los últimos años

“Dólar oveja”: piden un tipo de cambio diferenciado para un importante sector de las economías regionales

Luego de la implementación del dólar soja que estableció un tipo de cambio de $200 por dólar para las exportaciones de la oleaginosa, productores agropecuarios de la Patagonia reclaman un “dólar oveja” y se declaran en “estado angustiante” debido a la brecha que hay entre los que se cobra por la producción y el “dólar real” que es el que define los costos.

Bajo ese contexto, desde la Federación de Instituciones Agropecuarias de Santa Cruz (FIAS), advirtieron que “la desastrosa brecha entre el dólar oficial con el que se cobra la lana, y el dólar real que define el aumento de los costos, ha puesto a miles de productores patagónicos en una situación angustiante de la que muchos definitivamente no pueden salir y terminan cerrando los campos.

“Se trata de sobrevivir; ya no de tener algo de rentabilidad. Hoy sufrimos hasta el cierre de escuelas rurales, cuando es nulo el costo fiscal de incluir a las economías regionales”, señalaron los directivos de FIAS.

Ante esta situación, Roxana Reyes, Diputada Nacional de Juntos por el Cambio, presentó un proyecto para  establecer un tipo de cambio diferencial al igual como se hizo con la soja.

 

“Esto va a permitir que las exportaciones en nuestro país crezcan, favoreciendo a la economía nacional con un fuerte impacto en nuestra región patagónica”, sostuvo Roxana Reyes.

Cabe destacar que la industria lanera en nuestro país no es comercializada como otros productos de consumo, por lo tanto, no influye en el sector local porque no es formadora de precio.

“Si se estableciera este dólar diferencial que se propone, los recursos incrementales por las exportaciones que redundan en ingresos fiscales pueden ser destinados también a atender a la población más afectada por la alta inflación, la pérdida de poder adquisitivo y contribuir al impacto negativo en las importaciones locales de la suba en los precios de combustibles y energía que afecta severamente la disponibilidad de reservas externas”, explica la dirigente.

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