Pese a que las ventas de carne vacuna al exterior rondan los u$s3.500 millones en 2022, el panorama del año próximo es preocupante para el sector.
En gran medida, esta facturación del sector estuvo alimentada por los increíbles precios que el mundo pagó por la carne en abril y mayo , que incluso se trasladaron hacia atrás en la cadena hasta provocar también valores record en la hacienda bovina. Pero ahora las cosas lucen diferentes: «La realidad, para los primeros meses del año entrante, nos depara precios entre 30% y 40% inferiores», estimó la cámara.
Carne: la tonelada Hilton a u$s17.000, que no volverá (al menos pronto)
«Lejos en el tiempo quedaron los valores récord de más de u$s 17.000 por tonelada que pagaron los importadores europeos a mediados del primer semestre de 2022» , indicaron desde el ABC, en referencia a los valores que alcanzaron los cortes más caros que se destinan a ese mercado, que en la jerga se conocen como rump & loin e integran la Cuota Hilton: lomo, bife angosto y cuadril.
Hoy, los valores de ese grupo de cortes Hilton rondan los u$s 10.000 – 10.300 por tonelada, en buena medida porque la suba de las tarifas energéticas y la inflación tras la invasión rusa a Ucrania pusieron muy cautos los bolsillos de los europeos mientras se acercan al invierno boreal. Así, viajan menos y salen menos a comer afuera, mientras que la carne argentina se destina principalmente al mercado de hoteles y restaurantes (conocido como HORECA).
China y las marchas y contramarchas con el Covid
Por su parte, China, que se lleva tres cuartas partes de la carne que exporta la Argentina, viene muy complicada tanto con el Covid como con las políticas Cero Covid , tan restrictivas que suscitaron cantidad de revueltas, suicidios, afectaron la apreciación del yuan y toda la economía china, al punto que obligaron al país a dar marcha atrás con las restricciones.
Hoy, según la agencia Reuters, el país dio a conocer planes urgentes para proteger a las comunidades rurales de esta enfermedad, mientras en las ciudades millones de habitantes planifican sus primeras vacaciones en años. Pero todavía es una incógnita cómo evolucionará la situación y la demanda de carne.
Por eso, desde la cámara de exportadores descartan que los cortes vacunos que se envían allí vuelvan a los niveles que tuvieron este año en el corto y el mediano plazo. Por caso, los garrones y brazuelos, que China llegó a pagar más de u$s 8.500 por tonelada, actualmente rondan los u$s 5.000 por tonelada.
Preocupación por la competitividad cuando acabe la sequía
La sequía, que afecta el pasto disponible y minó la futura producción de granos, viene expulsando hacienda vacuna de los campos, con lo que se generó una sobreoferta tal que el precio de la carne en góndola quedó retrasado frente a la inflación . Pero el próximo año, cuando se prevé que las condiciones climáticas cambien, es probable que se restrinja fuertemente la disponibilidad de reses bovinas.
De cara a ese escenario, los frigoríficos exportadores temen perder competitividad frente a sus competidores en el mercado chino: Brasil, Uruguay, Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos, cuyas empresas «no deben enfrentar obstáculos como los cupos de exportación, los cortes prohibidos, los derechos de exportación o los tipos de cambio múltiples», señalaron desde ABC.
¿Habrá un «dólar carne» para los frigoríficos?
«La ecuación actual de menores precios en los mercados de destino, combinada con elevadas tasas de inflación a nivel doméstico, vuelve imprescindible la adecuación del tipo de cambio efectivo al cual se liquidan las divisas obtenidas», indicó Miguel Jairala, asesor económico del ABC.
«La brecha entre el dólar oficial neto de derechos de exportación y la evolución de los costos industriales se ha vuelto un factor que afecta y afectará negativamente la competitividad de nuestra industria en los principales destinos de exportación», agregó.
Ocurre que el precio de la hacienda es el costo más alto para los frigoríficos , y, según ABC, en estos momentos los novillos argentinos son los más caros de la región en dólares netos de derechos de exportación, a lo que se suman los demás costos salariales (los frigoríficos son grandes empleadores) y energéticos (por la necesidad de frío). En ese marco, desde la cámara estiman que «la posibilidad de tener un buen desempeño en los mercados durante 2023 va a estar ligada al hecho de contar con un contexto macroeconómico y regulatorio que genere c ondiciones favorables para la actividad «.