Dos entidades que representan a firmas de comercio exterior de Córdoba subrayaron los problemas que existen por las trabas impuestas por el Gobierno para pagar fletes internacionales.
La Cámara de Comercio Exterior de Córdoba (CACEC) y la Asociación Cordobesa de Agentes de Carga (ACAC) se transformaron en las últimas horas en la voz cantante de la preocupación que existe en las empresas exportadoras argentinas ante las trabas impuestas por el Gobierno para poder pagar fletes internacionales.
Ambas entidades subrayaron que las últimas comunicaciones emitidas por el Banco Central (90 días para el pago de fletes al exterior, nueva exigencia de Sirase y nueva adecuación de códigos de Sirase), agravaron la operatoria y ponen en riesgo la continuidad de muchas compañías, con el lógico impacto que esto significa en el empleo.
Según CACEC y ACAC, la situación es “tan crítica” que sus “consecuencias inmediatas” podrían ser:
- Despidos por reducción y hasta posibles cierres de empresas locales.
- Quiebres de empresas por la cuantía de sus pasivos en dólares.
- Reducción de la oferta de servicios por tantos aumentos directos y sostenidos en los costos de fletes, impactando en la competitividad de los bienes exportables.
- Desabastecimiento de bienes imprescindibles para el normal desenvolvimiento industrial.
MÁS CONSECUENCIAS
Asimismo, las instituciones cordobesas enumeraron otros efectos negativos de mediano plazo:
- Trasladar la fuerza laboral local a empresas del exterior que quedarán atendiendo el servicio en desmedro el empleo local.
- Las líneas marítimas comienzan a omitir los puertos nacionales como lugares de arribo y salida, impactando así en mayores costos para acceder al mercado internacional y en desmedro de la competitividad exportadora
- Desabastecimiento de bienes imprescindibles para el normal desenvolvimiento social.
En este punto, CACEC y ACAC recordaron que “a partir la existencia de estas restricciones, las líneas marítimas, algunas aerolíneas y la mayoría de las empresas de transportes terrestres internacionales, decidieron de manera conjunta y haciendo uso de su posición dominante, suspender el cobro en el país de sus servicios de transportes internacional (tanto para las importaciones como las exportaciones)”.
“Por todo esto, queremos transmitir nuestra gran preocupación por las constantes medidas que van en contra de la generación y el crecimiento al Comercio Internacional, con su consecuencia directa sobre el normal abastecimiento de insumos y el cierre de los mercados que tanto les ha costado desarrollar a nuestros exportadores argentinos”, enfatizaron.
ALERTA ROJA
Por este motivo, se declararon en “alerta roja” y prosiguieron con una crítica para una contradicción del Estado en los trámites requeridos.
“Las últimas comunicaciones vinculadas al tema fletes y servicios requieren que la mercadería sea embarcada para solicitar SIRASE para permitir el giro al exterior del pago del flete. Con el agravante de que la SIRASE ya presentadas, a pesar de haber transcurrido el plazo originalmente impuesto por la Autoridad, aun no son autorizadas obligando a los Agentes de Cargas locales a asumir compromisos de pagos en dólares con los transportistas y con una absoluta incertidumbre frente a cuándo se podrán cancelar los servicios contratados al exterior”, explicaron.
En otras palabras, mientras el gobierno autoriza la importación de insumos y salida de productos exportables, y también permite que los transportistas impongan el pago en el exterior y eviten el cobro local; pero no autoriza a las empresas locales su posterior giro del servicio prestado.
Esto, de acuerdo con las entidades exportadoras, significa que las compañías del sector en Córdoba tengan un nivel de endeudamiento superior a los U$S 20 millones por el transporte de bienes e insumos importados, “necesarios para la producción y el transporte de nuestras exportaciones”, enfatizaron.
UN DAÑO A LAS EXPORTACIONES
Por último, cuestionaron que “el desarrollo productivo vinculado al comercio internacional implica para las empresas un esfuerzo que lleva años consolidar y este conjunto de medidas ocasionan un duro retroceso en las relaciones comerciales y no existen reglas claras permanentes que permitan a las empresas insertarse eficientemente en los mercados”.
“Queremos destacar que no estamos en contra de las medidas de control que las autoridades deseen realizar en el sector, pero estas medidas deberían estar acorde a los plazos y condiciones necesarias para evitar el desabastecimiento y el sobre endeudamiento del sector, dando reglas claras y un horizonte de previsibilidad para la generación de los negocios en nuestro país”, concluyeron.