«Me da mucha tristeza»: el lamento de una de las empresas que más exporta en Argentina por las políticas que impactan en el agro

«Si elegimos el camino de liberar la fuerza productiva de la agricultura argentina, vamos a volver a competir en los mercados mundiales, sino vamos a seguir en la decadencia», destacó un importante ejecutivo de Cargill

 

"Me da mucha tristeza": el lamento de una de las empresas que más exporta en Argentina por las políticas que impactan en el agro

25deSeptiembrede2023a las16:27

Pablo Scarafoni, director comercial de Cargill en la región, compartió su punto de vista sobre la actualidad de la Argentina en el mercado global y destacó: «Unos 10 años atrás uno decía estoy en un país que está siendo ganador, hoy me siento en un país perdedor que está perdiendo relevancia».

«Ojalá, porque creo que no es tan difícil, nos volvamos a sentir en un país ganador. O por lo menos en competidor duro del mercado internacional«, resaltó durante el Seminario Acsoja 2023.

La visión de Pablo Scarafoni de Cargill en Acsoja 2023

Scarafoni repasó que Argentina en un año normal produce, a grandes rasgos, 45 millones de toneladas de soja y 50 de maíz y 20 de trigo: «Imagínense el escenario sin industria. Argentina tendría que colocar casi toda la producción en China, compitiendo con Brasil y con Estados Unidos en algunos meses del año. La industria diversifica el destino de la cosecha argentina. Se dividen en 150 países para harina y otros tantos en biodiésel y aceite».

Bajo este marco, resaltó: «Durante los últimos tres años, la soja Argentina es la cara del mundo, y me imagino que cualquier productor se pregunta por qué recibe US$ 170 la tonelada. Dentro de esos US$ 500 y pico de dólares (que sale la soja argentina en destino) se pagan retenciones y brecha cambiaria».

Al mismo tiempo, apuntó a que otro tema es el diferencial arancelario de retenciones entre la harina y el aceite y el poroto de soja: «Hoy la industria argentina está penalizada por agregar valor. Si toman los derechos de exportación que se pagan por exportar harina o aceite, es mayor que contra el poroto. Se puede ver una serie y da en algunos momentos más y en otros menos. Pero estamos penalizando el agregado de valor. ¿Qué sentido tiene? Todos los otros países productores tienen un incentivo para el agregado de valor. ¿Cuál es el bien que le hacemos al país? Es una pregunta que no puedo dejar pendiente».

El ejecutivo de Cargill apuntó que el sector productivo argentino era el más competitivo del mundo: «Los que trabajamos en empresas internacionales sabemos lo importante que era Argentina en harina y aceite. Me da mucha tristeza ver la pérdida de influencia y relevancia de Argentina en los mercados mundiales». Además, esto se da mientras Brasil crece, ya que «el entorno político y económico lo ayuda», señaló Scarafoni.

«Mientras Estados Unidos sube en mandatos (de biodiésel), Argentina está estancada en la producción de soja, de hecho está disminuyendo. ¿Queremos generar más divisas para el futuro o queremos quedarnos con una porción chiquita, un productor sin rentabilidad y una industria en decadencia?«, preguntó en Acsoja 2023.

«Brasil tiene un sistema impositivo complejo, pero que te da y te quita. Hay condiciones para instalar industrias en el interior profundo. El productor brasilero está trabajando en un ambiente de negocios muy amigable, al igual que Paraguay o Uruguay. Además de las reglas de juego, no es una cadena de perros y gatos. La cadena funciona más fluida. Cada eslabón defiende sus intereses, pero funciona más fluida y hay una visión constructiva del país hacia adelante«, comentó y apuntó: «En el parlamento brasilero es muy difícil pasar una ley en contra del sector agropecuario. Hay una influencia real positiva. Es algo que es un intangible, que en Argentina de alguna manera se ha perdido, pero que se puede recuperar».

«Si se liberan las condiciones Argentina puede crecer a 60 millones de toneladas de soja sin dejar de producir maíz y llegar a los mercados de otra manera. Liberando el potencial de la agricultura argentina», agregó.

«Estamos en un cruce de caminos sumamente importante en este momento electoral, si elegimos el camino de liberar la fuerza productiva de la agricultura argentina, con reglas de juego parejas para todos y que el productor pueda decidir qué quiere sembrar y que lo haga de manera más eficiente, vamos a tener una vuelta de Argentina a competir en los mercados mundiales, sino vamos a seguir en la decadencia», concluyó. 

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