Moneda digital argentina: Massa envía el proyecto al Congreso

Una de las propuestas de Sergio Massa es el lanzamiento de la primera moneda digital de curso legal en Argentina, respaldada por el Banco Central

Sergio Massa destacó durante el debate presidencial 2023 que habrá una «moneda digital argentina», que no es lo mismo que una criptomoneda.

La moneda digital argentina que anunció el ministro de Economía se emitiría a través del Banco Central, que manejará el registro de los tenedores y del circulante. «Argentina saca más dólares del país de los que trae, tiene su economía en negro y además tiene problemas en el sistema tributario que limitan el desarrollo», comentó.

Qué se sabe de la moneda digital argentina

«Vamos a poner en marcha la moneda digital argentina, así como tus hijos plantean en su economía de plataformas, la posibilidad de comerciar con el celular o con la tarjeta, lo vamos a hacer de manera global para toda la Argentina, junto con una ley de blaqueo, para que aquellos que tengan dinero en el exterior lo puedan traer para usarlos libres de impuestos», anunció Massa.

Si avanza la creación de la moneda digital argentina, habría un mayor control sobre el dinero que en el caso de la moneda física. Cabe señalar que más de 100 países del mundo están en el proceso de creación de una moneda digital oficial.

La diferencia de la moneda digital argentina contra una criptomoneda es que el emisor en este caso es el Estado, a través del Banco Central. La criptomoneda no entiende de fronteras.

Cómo funcionaría una moneda digital argentina

El principal objetivo de la moneda digital argentina que anunció Massa sería el control de la evasión. El gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, comentó hoy que la Argentina se necesita «un régimen de moneda digital de curso legal y obligatorio», y consideró que, para ello, hace falta contar «con un régimen multimonetario, que se pueda transferir en cualquier moneda, y que estas posibilidades estén incluidas dentro del circuito financiero».

«Para blanquear la economía necesitamos tener un régimen de moneda digital de curso legal y obligatorio, para que no exista más informalidad laboral, poder bajar los impuestos con el objetivo de extender la capacidad de financiamiento y penalizar a evasores», agregó el mandatario chaqueño.

Advirtió que el país «no puede tener más de US$ 400.000 millones fuera del circuito financiero y que exista la mitad de la economía de carácter informal», por lo que consideró que «es preciso un régimen de exteriorización de activos financieros».

Además, propuso que todos los pasivos remunerados del Banco Central generen las condiciones necesarias para la producción de más bienes y servicios, «o también obras de infraestructura social básica».

Moneda digital: qué opina el FMI

Durante el año pasado, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, afirmó que las monedas digitales «pueden ofrecer mayor seguridad y menores costos» que las criptomonedas, porque subrayó que estas últimas «carecen de respaldo».

Así el Fondo tomó posición sobre la posibilidad de que los bancos centrales emitan monedas en formato digital, activos cuya adopción, según el mismo organismo, está siendo analizada por las entidades monetarias de casi 100 países en el mundo.

Este tipo de activos en formato digital (conocidos como CBDC, siglas en inglés de Central Bank Digital Currency) se diferencian de las monedas regulares por no tener un correlato físico, es decir una moneda o un billete.

No obstante, las mismas, al igual que las monedas tradicionales, al ser emitidas por un Banco Central poseen las mismas garantías del papel moneda, al contrario de, por ejemplo, las criptomonedas que son de libre flotación; y son diseñadas para las transacciones diarias.

“Si las monedas digitales son diseñadas de forma prudente, pueden ofrecer potencialmente una mayor resistencia, seguridad, disponibilidad, y menores costos, a comparación de otras formas privadas de dinero digital” como las “criptomonedas que carecen de respaldo”, manifestó la directora del FMI.

Fue en un discurso frente al Consejo del Atlántico, un centro de estudios con sede en Washington.

Tras ejemplificar con los casos de Suecia, las Bahamas, y China, cuyo yuan digital “continúa progresando con más de 100 millones de usuarios y miles de millones en transacciones”, Georgieva fijó una serie de recomendaciones por parte del organismo multilateral acerca de las monedas digitales.

Para Georgieva, aún no existe una “receta universal” para la implementación de monedas digitales, y pidió tomar en cuenta tanto sus potenciales beneficios como los puntos en contra.

“En algunos casos, la moneda digital puede ser importante para la inclusión financiera y, en otros, puede proveer de un respaldo en el caso de que otros instrumentos de pago fallen”, señaló.

Asimismo, al igual que en el dinero tradicional, consideró como clave la presencia de controles en el caso de transacciones y depósitos de grandes sumas.

Georgieva afirmó que, a la hora de la implementación, “en muchos países, las preocupaciones por la privacidad son un elemento fundamental cuando se decide adoptar y legislar sobre las monedas digitales”.

Por último, subrayó que la introducción de una CBDC “no es sustituto para la confianza” en el banco central, y su éxito dependerá de la misma.

El Banco Central Europeo (BCE) y la Reserva Federal estadounidense (FED) son algunas de las entidades que en el último año dieron pasos hacia la introducción de monedas digitales.

El BCE inició en julio del año pasado una investigación de 24 meses para explorar la posibilidad de un euro digital.

En tanto, la FED, si bien no tomó una posición firme, publicó en enero último un documento de 35 páginas al respecto, la acción más significativa hasta el momento.

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