Mandó las vacas del tambo a faena por la crisis y da un duro consejo para evitar conflictos familiares: «Hoy vendiendo todo solo pagamos impuestos»

A la sequía se suma el intervencionismo, la presión impositiva y los acuerdos de precios financiados con el quebranto de productores, lo que impacta en el precio en el tambo

Mandó las vacas del tambo a faena por la crisis y da un duro consejo para evitar conflictos familiares: "Hoy vendiendo todo solo pagamos impuestos"

Alfredo Cardozo (49) es un veterinario que, junto a su familia, decidió cerrar el tambo que funciona hace 45 años en la zona de Río Cuarto, Córdoba.

Crisis tambera: el caso de Río Cuarto

Este es apenas un caso de otro tambo más que deja la actividad por la difícil situación económica: «No podíamos seguir soportando esta presión, no tenía sentido continuar», contó Cardozo a Agrofy News sobre la actualidad de la empresa familiar que decidieron disolver.

Tiempo atrás, el productor recordó cuando el establecimiento dejó de funcionar como un tambo y pasó a ser una empresa: «Se incrementaron los litros de leche por vaca y cada uno de la familia tenía una participación. Invertimos y le dábamos actividad al pueblo».

Ahora, lamentablemente, la situación no dio para más, tanto por lo económico como por lo productivo. La sequía llevó la actualidad del establecimiento al límite y no quedó otra opción que cerrar. Además, el ex tambero apunta: «Tenemos un Estado que te saca e intimida, con Ganancias, Impuesto al Cheque, etc».

Comenzaron vendiendo hacienda para pagar y estar al día. Pero la situación se agravó y hasta terminó con un problema familiar.

Cardozo agrega: «La leche no tiene ningún tipo de parámetro, no sabés a cuánto vas a vender. Como dice Andrea Passerini, las vacas comen en dólares y ordeñamos pesos».

Cuando comenzaron tenían 75 vacas en ordeñe y 25 vacas «secas». Invernada y recría se había vendido. Luego llegaron a tener 430 vacas totales, con unos 3800 litros diarios de leche.

«Mi mensaje es que esto es una empresa, no es una cultura del tambero. A los que están en una situación similar les digo que manden las vacas a faena, y que todos los que trabajan en el tambo vayan a golpearle la puerta a los políticos para tener trabajo. También a la justicia, no tenemos justicia, el que quiere trabajar se funde. Es víctima de un acoso constante de impuestos», resalta.

De igual manera, aclara que esta situación no es de ahora: «Es un endeudamiento continuo de la actividad. Vendimos vaquillonas para pagar los alimentos y los impuestos».

«Son ciclos que nos tocan pasar. Apelo a que el productor tambero se haga un replanteo y saque números», agrega.

En medio de la bronca por el cierre del tambo, Cardozo agrega: «No podes pelear contra algo que no da. Te seguís fundiendo y te puede llevar a un problema de matrimonio y familiar. Parte del matrimonio se diluyó, los números no daban. Hoy vendiendo todo estamos pagando impuestos, sin producir un litro de leche».

De esta forma, aconseja en medio de un «momento drástico»: «Lo único que pido es que los productores tengan conciencia. En el tambo, si no da el número que lo cierren, para no llegar a perder cosas más importantes. No hay que atarse a la actividad».

«Creo que estamos en una catástrofe histórica en la lechería, y eso que vengo desde cuando estaba 10 centavos el litro de leche», agrega el integrante de la Sociedad Rural de Río Cuarto, que apunta a la poca exportación, la falta de crédito: «Es imposible ir a un banco con el 140% de interés, imposible».

«El Gobierno bajó las retenciones, pero al productor no le llega ni en pedo», concluye.

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