Amor por los animales: su yegua contrajo el virus de la encefalomielitis equina, lucharon para salvarla y relatan la experiencia

“Nos desesperamos», cuentan al repasar la historia de le yegua que logró superar exitosamente el virus de la encefalomielitis equina, aún estando preñada; cuánto sale la vacuna y cómo fue el proceso para salvarla

Amor por los animales: su yegua contrajo el virus de la encefalomielitis equina, lucharon para salvarla y relatan la experiencia

Una pareja que vive en la localidad de Villa Alcaraz, Entre Ríos, a mil metros del pueblo, relató de cerca cómo salvaron a su caballo de la encefalomielitis equina. Con mucha angustia pero también con amor hacia el animal que lograron salvar. “Me gusta el campo, tengo el campo de mi abuela y tengo como 10 caballos”, comenzó relatando Bárbara (21), personal trainer, que convive junto a Matías (26), árbitro de fútbol y estudiante de técnico en administración rural.

Encefalomielitis equina: cuando todo empezó

Todo empezó el 30 de noviembre, cuando la llamaron a la yegua que estaba a 15 días de parir y no respondió, “Nosotros vamos para el campo y le llevábamos para que coma todos los días dos tarritos de maíz y durazno y siempre que gritábamos venía al galope. Y ese día no vino, entonces tuvimos que ir a buscarla porque nos preocupamos, pensamos que había parido, y no, la encontramos así”.

Cuando la encontraron, el virus de la encefalomielitis equina mostraba sus síntomas: “No podía estar parada, se iba para atrás”, recordaba Bárbara. “Nos desesperamos, queríamos pensar que no era el virus, que era otra cosa, y no”, recordó con angustia.

En medio de la desesperación decidieron contactarse rápidamente con un veterinario de confianza: “Fue muy duro, la pasamos re mal el día que la encontramos así. Encima era la primera en nuestro pueblo porque no había ningún caso acá».

Rápidamente, el veterinario les recetó antibiótico: “Estuvimos todo el día ahí con ella, a la tarde del jueves mejoró, pero el segundo día, tercero y cuarto fueron los peores. Cambiamos de veterinario porque no veíamos mejoras”, comentó Bárbara en diálogo con Agrofy News. Fue entonces que cambió el tratamiento.

En este sentido, explicaron que el primer veterinario les recetó butazona, flunixin y penicilina: “Nosotros la tratamos ese día (jueves), al otro día de vuelta con lo mismo y no encontrábamos resultados, empeoraba”. El nuevo veterinario les dio todo por vena: butazona, un complejo vitamínico y también el flunixin, “Ahí la empezamos a tratar. Y el domingo a la madrugada malparió y luego empezó a mejorar porque se aliviano un poco”, compartió Matías, la pareja de Bárbara.

 

 

“La seguimos tratando un par de días así con ese complejo vitamínico, con flunixin, y los próximos días implementamos un suero glucosado con electrolitos y limón por vena; 20ml cada 2hs los primeros días y cuando empezamos a ver mejoras cada 4hs y a lo último cada 8hs”. Respecto al limón, Matías compartió que tiene que ser lo más amarillo posible, «que no pase por frío”. La implementación del limón se debe a que “cambia el PH en la sangre y eso mata el virus”, aseguró Matías.

 

 

En todo el proceso que duró la ncefalomielitis equina, fue evidente el amor que sienten por los caballos: Estuvimos todos esos días con ella, de las 5 de la mañana hasta las 9 de la noche acompañándola. Que supiera que nosotros no queríamos que se vaya, que se quede. No podíamos dormir, no teníamos ganas de comer”, compartieron.

Encefalomielitis equina: a tener en cuenta

Ambos hablaron de la importancia de no dejar a los animales solos mientras transitan la enfermedad, vigilarlos y prestar atención a la evolución del virus. “La teníamos encerrada para darle un mejor cuidado, íbamos todo el día allá a darle agua y le dábamos de comer porque había que dárselo en la boca, obligándola porque no quería”. Cabe señalar que, durante los primeros días, es normal que no quieran consumir agua ni alimentos, pero es importante que lo hagan.

 

 

Matías hablo de los síntomas y cómo pueden variar según al animal: “Cuando ella estaba grave no veía bien pero cuando se recuperó volvió a la normalidad”, explicó y añadió que «la enfermedad ataca la cabeza, manda mucha sangre a la cabeza. Se tambalean, se caen, deambulan”.

No fue el único caballo infectado, varios más de la zona también contrajeron el virus. El último fue un potrillo de 1 año que logró superarlo también y ya se encuentra a salvo. “Se salvó enseguida. En dos o tres días andaba bien”, señaló Matías.

La diferencia de días para recuperarse Matías lo atribuyo a que su yegua estaba preñada. «Tenía mucha fiebre, y con la fiebre ella malparió y al pasar esto le causó infección y eso la tuvo muy mal». «Normalmente, los caballos que encontramos que se enferman, en 3 o 4 días se nota la mejoría”.

“En el pueblo se murieron 2 o 3 (caballos). La mayoría los encontraron muertos. Por ahí, si lo largas al campo y no vas a verlos todos los días, en 2 o 3 días con los calores que hacia se mueren los caballos. Pero entre el 90-95% se salvaron”, asegura.

En cuanto a las posibilidades de que vuelva a enfermarse, Matías planteó que a los caballos que se enfermaron anteriormente, al exponerse nuevamente al virus, los síntomas se aminoran debido a la construcción de anticuerpos. También recalcó la importancia de no vacunar a los caballos que estuvieron expuestos al virus recientemente, la necesidad de esperar un tiempo prudencial: “Entre 1 mes y 3 meses para vacunarlo”.

 

 

Vacunas para la encefalomielitis equina

Respecto a la accesibilidad de la vacuna, Matías mencionó que tuvo problemas. Pudo conseguir dosis de Brasil a $30.000 cada una. “Ahora que empezaron a salir en Argentina, si bien no hay en cantidad, a muchos de los pueblos nos sirve” recordó, “Llegaron dosis de Paraná mucho más accesibles, $6.000 o $7.000… depende del veterinario”.

“Yo la encontré un jueves, llamamos al veterinario, la tratamos igual el viernes, el viernes a la tarde cambiamos de veterinario, la tratamos el sábado, el domingo malparió. Lunes o martes empezó a mejorar. Estuvo media decaída, mejoraba, pero estaba triste, ahí implementamos el limón”, repasaron.

 

 

Conforme a los cuidados de los caballos, la pareja compartió: “El año pasado la pasamos muy mal por el tema de la sequía… El tema del pasto y el agua fue complicado, prácticamente no había nada”.

Cuando se les preguntó sobre las expectativas de este 2024, mencionaron: “Creemos que como viene ahora esto, que viene lloviendo y eso, tenemos esperanza porque tenemos pasto y agua, pero no sabemos, la verdad es que recién empezamos y tenemos esperanzas que sea mejor que el año pasado”.

Para terminar, compartieron un consejo para las personas que se encuentran en una situación similar: “Hablen con su médico veterinario de confianza, ellos están para eso”. Y remarcaron que a los animales que se enferman hay que cuidarlos: «Estén encima, si consultas con el veterinario y después los largas al campo se pueden morir… Hay que cuidarlos del sol, que tomen agua y tratar de darle de comer”, concluye.

 

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