







En la actual campaña de granos gruesos, la chicharrita del maíz (Dalbulus mairis) es un auténtico dolor de cabeza para los productores, que comenzó con fuerza en el norte y luego se extendió hacia la región centro.
El problema es que el insecto vector de spiroplasma, una enfermedad letal para el maíz.
Recientemente, desde la Sociedad Rural de Jesús María encendieron la alerta por su presencia en el norte cordobés.
“Este año estamos frente a una presión y una diseminación del vector totalmente inusual. Estamos hablando de presencias masivas en todo el país, no solamente en el centro-norte de Córdoba”, expresó Roberto “Tino” De Rossi, especialista en Fitopatología, Sanidad Vegetal y Manejo de Enfermedades en Cultivos Extensivos.
Y amplió: “Hay registros a nivel nacional e internacional de pérdidas de rendimiento altísimas, completas, cuando coincide un híbrido susceptible con una infección temprana en un lote”, puntualizó el docente e investigador de la Universidad Católica de Córdoba (UCC).
Del mismo modo, desde el Inta Marcos Juárez advirtieron sobre daños en la zona núcleo.
Tal situación valió también una señal de alerta emitida por la Bolsa de Comercio de Rosario, que habló de un “inédito ataque” de esta plaga en su informe mensual nacional.
“Lo que está encendiendo todas las alarmas de la región central, en particular en las provincias de Córdoba y Santa Fe, es el alcance y daño que se está observando por spiroplasma en maíces tardíos. Se trata de una enfermedad que está asociada a un vector: la chicharrita”, advierte la entidad.
Cabe recordar que si bien esta enfermedad es típica del norte del país, este año por condiciones de clima (falta de agua y calor), la forma escalonada en la que se ha sembrado y el aumento en hectareaje del maíz tardío, la plaga muestra un crecimiento poblacional y una cobertura que no había sido antes vista.
Así es que, cuando parecía que las tandas de maíces tardíos, los sembrados del 10 al 15 de diciembre en adelante, estaban mejorando su performance productiva en Córdoba y Santa Fe, se multiplicaron en las últimas semanas los comentarios de técnicos alertando por el fuerte impacto y el daño observado por este problema.
Por ejemplo, en el centro de Santa Fe hay lotes que no se van a cosechar por Spiroplasma, como por ejemplo en López y Gálvez. Hay técnicos que dicen que, unas semanas atrás, esperaban un daño de 5 al 10 %. Pero al avanzar la etapa reproductiva, estiman ahora pérdidas del 70 al 80%: “Nos tomó a todos por sorpresa. No hubo forma de pararlo”.
Asimismo, en Santiago del Estero, si bien suelen ser afectados por spiroplasma (y sufren daños de 5 a 10%), ya tienen establecidos protocolos de control. Pero este año cuentan que el ataque muestra un nivel de daño mucho mayor. Allí, ya hay lotes dados por perdidos, y otros con daños del 30% y hasta del 50%. “Pero la enfermedad no para, y puede ser peor. No sabemos qué vamos a cosechar”, explican.
En Chaco, la situación es bastante similar. Los técnicos advierten: “El daño puede manifestarse hasta 120 días después del ataque. El virus y las bacterias que transmite el vector pueden cortarle el llenado a la planta. Por eso es una enfermedad que genera tanta incertidumbre. No sabes cómo vas a encontrar el cultivo mañana”, explican.
Bajo este panorama, la Bolsa rosarina no descarta que pueda verse afectado su pronóstico de cosecha de 57 millones de toneladas. “Lamentablemente, la gravedad de la situación parece indicar que se está ante un nuevo recorte de la producción maicera argentina“, indicó.
Este crecimiento vertiginoso de la plaga se debe a una serie de factores, de acuerdo a especialistas del INTA. Variables como las altas temperaturas, junto a un invierno benigno, fuertes lluvias y el escalonamiento en las fechas de siembra fueron algunas de las principales causas de su rápida reproducción.
Ante este contexto, desde el INTA brindaron una serie de recomendaciones para reducir su impacto en los cultivos, de cara a la próxima campaña.
Diego Szwarc, investigador del INTA Reconquista (Santa Fe) explicó que si bien la chicharrita es endémica en el norte del país, en el actual ciclo agrícola “se detectó a esta plaga desde muy temprano porque tuvimos un invierno muy cálido, con pocas heladas y de baja intensidad”.
Con estos antecedentes, la chicharrita sobrevivió a esas condiciones y estuvo presente en los primeros maíces sembrados en el norte. En una etapa posterior, comenzó a incrementar su crecimiento poblacional.
La siembra escalonada fue otra de las causas que sumó presión para la aparición de esta plaga. “Los primeros maíces se siembran en los meses de agosto/septiembre en el norte de Santa Fe y más hacia el sur se empiezan a sembrar en septiembre y así sucesivamente”, explicó Szwarc.
Y agregó: “El insecto necesita del maíz para alimentarse y sobrevivir y este escalonamiento ayuda a que la chicharrita, a medida que va migrando, siempre encuentre el cultivo en un estado óptimo para su crecimiento”.
La Red Nacional de Maíz del INTA- confirmó que la plaga se ha expandido a lugares como el norte de Córdoba y San Luis. En esta última provincia, la visibilización de la chicharrita comenzó en febrero y en marzo se reportaron los primeros casos.
Para Szwarc, frente a este escenario, es fundamental restringir el alimento para la plaga. “Para esto hay que eliminar malezas gramíneas huéspedes y las plantas de maíz guachas o voluntarias para reducir la población invernante”, sostuvo.
Con este fin, aconsejó “escoger materiales tolerantes al insecto vector, acotar, en lo posible, fechas de siembra para evitar coincidir el período susceptible del maíz con los picos poblacionales de chicharrita”.
A su vez, según las condiciones climáticas, también recomendó aplicar curasemillas que protejan al cultivo durante los primeros 10 a 20 días. Szwarc explicó que, si bien las siembras de primavera escapan a la enfermedad, facilitan la reproducción del insecto y la enfermedad, lo que incrementa el riesgo para las siembras tardías de verano.
Además de estos consejos, también se debe tener en cuenta la importancia de elegir híbridos con buen comportamiento para esta enfermedad, así como escalonar menos las siembras y de controlar las pérdidas de cosecha.
El achaparramiento del maíz, causado por la bacteria Spiroplasma kunkelii, es una enfermedad transmitida por la chicharrita Dalbulus maidis al alimentarse. Se trata de un insecto que tiene entre 3 a 4 milímetros de longitud, de color amarillo pálido y tiene dos manchas redondas negras sobre el vértice de la cabeza.
Los individuos adultos se alojan en hojas o tallos y las ninfas jóvenes se encuentran preferentemente en las hojas jóvenes de cogollo de la planta. La hembra pone en promedio 480 huevos durante su vida.
“Su alta movilidad le permite colonizar rápidamente lotes recién implantados”, explicó Szwarc, al tiempo que detalló que “durante la primavera las poblaciones crecen a medida que las temperaturas máximas se incrementan, alcanzando máximos poblacionales durante el verano”.
Según explicó el especialista del INTA Reconquista, “entre los meses de noviembre y mayo, las chicharritas tienen al menos cinco generaciones y los adultos provenientes de la última generación sobreviven el invierno en malezas, maíz guacho o cultivos como trigo y colonizan los cultivos de maíz durante la primavera siguiente”.
Los síntomas de achaparramiento del maíz aparecen entre las dos y cinco semanas después de la inoculación y se vuelven más severos con el tiempo en las partes más nuevas de las plantas, a medida que se desarrollan.
Sobre los efectos causados por la enfermedad en los maíces Szwarc, remarcó que “cuando vemos qué pasó con la enfermedad o con todo este complejo de achaparramiento, en maíces sembrados temprano en la zona norte, hay una incidencia de entre 5 % a un 20-25 % de plantas con síntomas, en su mayoría leves y muy pocos con síntomas graves”.
“A nivel de lote, muchas veces, es complejo estimar el impacto de la enfermedad porque no es el único factor que incide en el rendimiento, sequía, manejo de malezas, híbrido, otras plagas también afectan el resultado del cultivo”, concluyeron desde el organismo técnico.
El mes pasado, tras la ola de calor de fines de enero, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) había reducido su pronóstico a 49,5 millones de toneladas; pero en las últimas horas, volvió a incrementarlo a 50 millones de toneladas.
En otras palabras: las precipitaciones permitieron que la soja recupere 500.000 toneladas.
De esta manera, no será una “supercosecha” de más de 55 millones de toneladas como en algún momento se soñó, pero sí terminará en una cifra muy buena, que incluso significa más del doble de las 20 millones de toneladas del año pasado, que fue la peor producción en más de 20 años.
Desde la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la BCR señalaron que febrero terminó en gran parte del país con lluvias que superaron las medias mensuales, pero insistieron en que el cambio llegó tarde, porque la ola de calor se impuso sobre la condición de la oleaginosa, arrebatando la posibilidad que había de alcanzar una supercosecha de 55 millones de toneladas.
Las descargas comenzaron a llegar después del 7 de febrero a Santa Fe, sobre todo el centro; Córdoba y buena parte de Buenos Aires y La Pampa, que recibieron lluvias que superaron el promedio mensual.
Sin embargo, hubo excepciones, zonas que quedaron al margen y aún hoy siguen sin recuperarse: el centro este y NE bonaerense por un lado, SO también de Buenos Aires, centro de Córdoba, San Luis y gran parte del área productiva de Chaco y Santiago del Estero.
En este marco, “las lluvias han ganado continuidad desde el inicio de marzo y siguen presentes incluso en las recientes horas: las tormentas ya han pasado por la franja central y hay nuevos pronósticos de que la inestabilidad seguirá presente en gran parte del centro de la región pampeana hasta comienzos de la próxima semana”, agrega el reporte.
La consecuencia es que estos aportes hídricos “pusieron un piso a los rindes”, porque “mejoraron las condiciones de llenado de las sojas de primera”.
En cambio, en sojas de segunda, si bien tuvieron un gran impacto, es una recuperación que en términos productivos es limitada, ya que venían muy afectadas.
En concreto, la nueva proyección de la Bolsa rosarina es en base a un rendimiento promedio nacional que se eleva de 29,9 quintales por hectárea a 30,2, sobre una superficie implantada de 17,3 millones de hectáreas, de las cuales se perdieron 75.000.
“Respecto al malogrado ciclo pasado, el país producirá una cosecha y media más que en lo que fue el peor ciclo de la agricultura moderna en Argentina”, insistió la GEA.
En el desagregado por regiones, Santa Fe y Córdoba encabezan con una pequeña ganancia las mejoras de rinde respecto a febrero.
La productora y agroinfluencer Ana Cecilia Giorgi, que se identifica como “Chechu” en las redes sociales, denunció este jueves que en el campo ganadero que posee su familia en San Luis sufrieron un episodio delictivo: malvivientes ingresaron y les carnearon dos animales.
Chechu afirmó que el caso ocurrió hace una semana, pero no quiso señalarlo ese día porque “estaba con mucha bronca” y tenía temor de expresar algo de lo que podía después arrepentirse.
En concreto, contó que les mataron una vaquillona preñada y un ternero cabeza de parición en un lote cercano a la calle.
Giorgi lamentó que “ya es moneda corriente, hay un grupo de vecinos y la noticia es: ‘me carnearon tantos animales’, ‘me robaron esto’, más que ‘me llovieron tantos milímetros’”.
También dijo que “es una lástima, porque atrás de cada animal hay un laburo de locos, es una vaquillona que se inseminó, a la que se le puso plata, esfuerzo, se la cuida, se le da de comer, y vienen personas que no les importa la propiedad privada”.
La productora es oriunda de Monte Maíz (Córdoba), donde su familia tiene un establecimiento agrícola, mientras que la pata ganadera está en San Luis.
Al respecto, acotó que “son muchos viajes que hacemos, nuestro equipo veterinario, y que irrumpan en tu propiedad privada y te roben no es agradable”.
Pese a que la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y el Matba-Rofex comenzaron hace un mes a publicar diariamente índices de “dólar exportador” como valor de referencia para la cancelación de contratos de futuros, la polémica en el mercado de granos por el tipo de cambio que hay que utilizar para esas operaciones continúa.
La Federación de Acopiadores salió a pedir este miércoles que el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Fernando Vilella, se “involucre” para “eliminar distorsiones y normalizar el mercado forward de granos”.
Lo que arguyen los acopiadores es lo mismo que hace meses: que los exportadores abonan los contratos al tipo de cambio establecido por el Banco Nación, cuando deberían hacerlo en función del “dólar exportador”, que combina un 80% del dólar BNA y 20% del Contado con Liquidación.
De hecho, en diciembre pasado habían afirmado que iban a escrachar a las empresas que no lo pagan.
Esto pese a que, como se mencionó, la Bolsa porteña todos los días publica este último valor, lo mismo que el Índice Dólar Exportación que lanzó el Matba-Rofex y tiene el aval de las Bolsas de Cereales del interior del país.
“Ante las distorsiones existentes en el mercado forward, la Federación de Acopiadores pidió ayer al secretario de Bioeconomía, Fernando Vilella, y al subsecretario de Mercados Agropecuarios, Agustín Tejeda, que convoquen a los sectores de la producción y del comercio de granos para que se normalice la comercialización, garantizando la vigencia de los principios de equidad, competencia y eficiencia”, señala el comunicado que dieron a conocer los acopiadores.
En esa carta enviada a las autoridades, la Federación de Acopiadores destaca que, pese a haberse comprometido a incorporar en los contratos forward de granos una cláusula de pesificación al tipo de cambio exportador publicado por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, “los exportadores continúan pesificando y pagando a los vendedores (productores, acopiadores, cooperativas) al tipo de cambio comprador divisas del Banco Nación, mientras ellos venden sus divisas al tipo de cambio exportador (mezcla 80 y 20%)”.
En su momento, esta distorsión ya había paralizado el mercado forward y llevó a que en el mercado se difundieran estas herramientas que publican un “dólar exportador”, con el objetivo de introducir mayor certidumbre, equidad y transparencia en el mercado forward, y “reiniciando estos negocios tan necesarios para la eficiente comercialización y logística de las cosechas”.
“Con esta cláusula de pesificación al tipo de cambio exportador, los exportadores no tienen riesgos y pagan al mismo dólar que liquidan”, argumentan los acopiadores.
Sin embargo, cuestionan: “Llama la atención que, pese a las acciones desarrolladas y a los compromisos asumidos en pos de un mercado más competitivo y eficiente, los exportadores insistan en imponer la vieja condición de pesificar al tipo de cambio comprador del Banco Nación generando en consecuencia un beneficio adicional por la diferencia entre el tipo de cambio al que venden sus dólares y el que le pagan a sus proveedores”.
“Por esta incomprensible actitud el mercado forward sigue paralizado, lo que, sin duda, afectará la comercialización ordenada de nuestras cosechas tanto en términos físicos como financieros”, finaliza el documento de los acopiadores.
La Agrupación organizadora «Feriantes Saladillo» y el Equipo de gobierno municipal perteneciente a la Delegación de la localidad, trabajaron arduamente para garantizar que la fiesta brillara, como es tradición cada año.
Anjor SA, proveedor integral de soluciones para el campo, se presentó en Expoagro por primera vez para mostrar la variada gama de productos y servicios que ofrece como empresa líder en transporte y comercialización de combustibles y derivados.
Pero además, es proveedor del sector en semillas, agroquímicos, silobolsas y otros insumos necesarios para generar eficiencia en la producción agropecuaria, y maximizar los tiempos del productor.
Esta firma nacional cumple un rol fundamental en el aprovisionamiento de energía en el sector rural, ya que no solo distribuye gasoil, lubricantes e insumos, sino que también se encarga del proyecto y la instalación del tanque y surtidor en el campo, junto con el control periódico de mediciones para saber cuándo hay que reponer combustible, entre otras variables.
“Estamos orgullosos de formar parte de esta gran muestra. Es una oportunidad enorme para reafirmar nuestro compromiso con nuestros clientes y mostrarnos a los posibles nuevos usuarios”, sostuvo Pablo Belaunzarán, gerente general de Anjor.
Se trata de una empresa de vasta trayectoria que comercializa combustibles en la Argentina, Paraguay y Bolivia.
“Contamos con un equipo especializado que ofrece el mejor combustible y los mejores lubricantes para optimizar los costos en el consumo”, dijo en diálogo con Infocampo.
En este marco, una de las novedades expuestas en la última edición de Expoagro fue su reciente incorporación a su flota de un nuevo camión bitren con una capacidad de 55.000 litros de almacenamiento.
Es una inversión importante, ya que este vehículo aumenta su capacidad de carga y contribuye significativamente a la reducción de su huella de carbono.
De esta manera, Anjor fortalece su posicionamiento como especialista en logística y transporte de combustible con el más alto nivel de agilidad y seguridad, con entrega directa en las instalaciones de sus clientes.
“Estamos comprometidos con la calidad y la seguridad, la empresa cumple los más altos niveles de excelencia internacional para brindar soluciones eficientes”, manifestó el entrevistado.
El Intendente Salomón acompañado por funcionarios del equipo de gobierno local mantuvo una reunión de trabajo con la Inspectora Jefa de la Región Educativa 24 Prof. Fernanda Catullo y con el Inspector Jefe Distrital Prof. Hernán Ponce donde se trataron temas de coordinación y articulación que hacen a la educación educativa en el marco del ciclo lectivo 2024.
Además, destacan que, debido a la falta de financiamiento, este año no tienen la capacidad de adelantar divisas, lo que significa que el ingreso de dólares estará sujeto al nivel de oferta, influenciado por los bajos precios y las expectativas en relación con el tipo de cambio.
Estas desmentidas surgieron debido a una informacion suministrada por el medio La Política On line que sostenía que el ministro Toto Caputo estaba considerando seriamente la implementación de una mejora en el tipo de cambio dirigida exclusivamente a los exportadores, similar al dólar soja que utilizaba Sergio Massa para incentivar la liquidación de la cosecha por parte de los exportadores.
Caputo ha discutido esta opción con el presidente Milei en las últimas horas como una medida alternativa para evitar una nueva devaluación que pueda agravar la inflación, la cual, a pesar de la marcada disminución que experimentó en febrero, sigue siendo elevada y ha generado preocupación debido al fuerte aumento de los alimentos registrado en la primera semana de marzo.
Esta reunión entre Caputo y Milei para analizar el tema tuvo lugar después de una serie de conversaciones que el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, mantuvo con directivos de Ciara y otros sectores exportadores. Durante estas reuniones, se evaluó la disposición de los productores de soja a liquidar la cosecha gruesa al tipo de cambio actual. La respuesta encontrada por Bausili fue negativa.
«Preparen un paquete para incentivar la liquidación por parte de los exportadores», fue la instrucción que Caputo transmitió a su equipo después de la reunión con el presidente Milei, según confirmaron fuentes familiarizadas con las conversaciones a LPO.
Esta información según el medio fue corroborada por directivos del sector exportador, quienes explicaron que durante la reunión con Bausili y los técnicos del Banco Central se llegó a la conclusión de que el tipo de cambio diferencial vigente, conocido como dólar blend, que permite liquidar el 20% de la cosecha a la cotización del CCL, ha quedado desactualizado, ubicando el dólar en torno a los $930.
Si a esta cifra se le añade la inflación acumulada, cercana al 30%, la corrección sitúa el dólar en la región de los $1200, por encima de la cotización de los mercados paralelos.
Toda esta información queda de lado por el momento ante la desmentida de los exportadores.
Las medidas anunciadas, que reducirán los plazos de pago de las importaciones de alimentos al mismo tiempo que eliminarán el pago de percepciones de ganancias e IVA a las importaciones, son sumamente discriminatorias con la industria nacional, que deberá competir en desigualdad de condiciones, ya que se verá obligada a asumir costos de importación para la producción, de los cuales los importadores de productos terminados se encontrarán eximidos.
Asimismo, la decisión informada ayer por el Ministerio de Economía desconoce la realidad de nuestro sector como también de la evolución de precios de nuestros productos en góndola. Desde principios de año, el precio del cerdo en pie ha caído más del 35%, pasando de 1155 pesos a 744, presionando así a la baja los precios de los productos porcinos que compran los consumidores argentinos. Quizás esa tendencia no se ve reflejada en algunas grandes cadenas ya que las promociones terminan ocultando los precios efectivos.
De diciembre a la fecha, los precios del chorizo fresco, del jamón cocido, la paleta -fiambre- y el salame, relevados por el IPC de la Ciudad de Buenos Aires, aumentaron 29, 32, 34 y 33% respectivamente; menos de la mitad de la inflación acumulada medida por el IPC Nacional para ese mismo período. Claramente la información que se le ha hecho llegar al Ministerio respecto a la evolución de precios en nuestro sector no es para nada precisa.
Para peor, la medida no pareciera contemplar cuestiones sanitarias, como ser el uso en terceros países de aditivos alimenticios, como la Ractopamina, prohibidos para la alimentación de porcinos en Argentina.
Por todo lo aquí expuesto solicitamos al Gobierno Nacional que revea su decisión para evitar así un daño innecesario a nuestros productores e industrias. El flagelo de la inflación es un problema macroeconómico que nosotros no generamos ni fomentamos. Lo sufrimos junto a todos los argentinos. Estamos a disposición de las autoridades para colaborar en la construcción colectiva de políticas públicas sustentables para ordenar la economía a la mayor brevedad posible.
La Secretaría de Bioeconomía en conjunto con Red Alimentaria, Tecno Fidta Conecta y GS1 Argentina organizan una nueva edición de la Mesa Público-Privada, donde se intercambiará sobre las expectativas empresarias e institucionales para el presente año.
El encuentro tendrá lugar el viernes 15 de marzo en la sede de la cartera bioeconómica.
Con esta iniciativa la Secretaria de Bioeconomía busca contribuir a la cocreación de desarrollo local a partir del conocimiento aplicado y acciones que promueven la preservación del ambiente.
La Mesa se reúne desde el año 2015 con el objetivo de «posicionar a través de los encuentros en las exposiciones, las temáticas que son de interés y preocupación común para los protagonistas de la industria alimentaria» expresó Devora Dorensztein, directora de Red Alimentaria.
En octubre de 2020 se concretó la primera edición de «Alimentos Nuevos Escenarios» adaptando el programa previsto para presentarlo en forma virtual y, gracias al acompañamiento de Tecno Fidta Conecta y GS1 Argentina, «fue posible cumplir el desafío de trabajo en conjunto con las instituciones para realizar un evento que contó con 36 disertaciones» recuerda Devora Dorensztein, quien celebra el logro de haber podido crear entre todos «un modelo de trabajo».
En esta edición se abordarán las principales tendencias de la industria alimentaria como el desarrollo de alimentos basados en tecnologías exponenciales, inteligencia artificial, nanotecnología, biotecnología, impresión 3D. Así como también, innovación en Packaging, blockchain, producción sustentable de alimentos, ingredientes funcionales, etiquetado frontal y nutrición, entre otros temas.
El Director de Extensión de la Bioeconomía, Leonardo Galaburri, recibirá a los representantes de SENASA, INTI, INTA, GS1 Argentina, Tecno Fidta, Messe Frankfurt Argentina, CAME, FAO, Asoc Red Agroalimentaria, Cámara Argentina de Arándanos, COPAL, ALATI, CALIBA-CACER, Fundación Barceló, Fundación Horticultura Argentina Sustentable, IONICS y KYAS, Industrias Tecnológicas, Alimentos sin Fronteras, MEYCO, entre otras.
Esta situación surge ante los menores ofrecimientos de los frigoríficos argentinos, provocando una caída de diez centavos en la semana, y marcando un precio por debajo de los USD 4 por kilo. Este cambio de tendencia ocurre mientras Estados Unidos se aproxima al precio máximo registrado.
Argentina experimentó una baja significativa, ubicando el precio del novillo pesado y trazado en USD 3,97. Esta disminución es notable, considerando la caída en la cotización del dólar en los mercados financieros. La demanda restringida y la reducción de volumen por parte de las plantas exportadoras han influido en esta situación, a pesar de una oferta aún limitada.
Brasil también registró una mínima disminución en el precio del novillo gordo, cotizando a USD 3,18, con proyecciones de embarques que sugieren el menor número mensual desde julio.
Uruguay mantuvo sus precios estables en USD 3,66, aunque se observa una menor actividad en el mercado.
Paraguay, enfrentando una menor oferta debido a la campaña de vacunación, conservó su precio en USD 3,35.
La brecha de precios entre Argentina y sus vecinos del Mercosur se ha ajustado, siendo ahora 20% superior al promedio ponderado de los países vecinos, destacando la competitividad y los desafíos del mercado regional.
En contraste, los precios extra Mercosur muestran una dinámica diferente. Estados Unidos experimentó un incremento, acercándose a su récord histórico con USD 6,48 por kilo.
La Unión Europea también vio un leve aumento, con USD 5,73 por kilo, reflejando las fluctuaciones del mercado global.
Este panorama destaca la volatilidad y los desafíos que enfrenta el sector agropecuario en el Mercosur, con Argentina mostrando una notable disminución en los precios del novillo, en un contexto de ajustes en la demanda y la oferta.
La situación en Brasil, Uruguay, y Paraguay ofrece una visión integral del mercado regional, mientras que las cifras de Estados Unidos y la Unión Europea ponen en perspectiva la competencia y las oportunidades en el mercado global.
Marcos Guigou, director ejecutivo y fundador de Agronegocios del Plata (ADP), una de las principales empresas agropecuarias del país, proyecta una temporada muy prometedora. «No creo que sea un récord, pero estará allí arriba en la clasificación», afirmó Guigou en una entrevista, subrayando el optimismo que rodea a este ciclo agrícola.
La soja, una de las principales exportaciones de Uruguay, juega un papel crucial en su economía con envíos que han superado los US$1 mil millones en años de precios altos y cosechas abundantes. La firma de consultoría Exante, con sede en Montevideo, estima una producción de casi 3,5 millones de toneladas métricas para este año. Esta cifra representaría un incremento significativo, más de cuatro veces la cosecha de 2023, que se vio severamente afectada por una de las peores sequías en generaciones, impactando negativamente los campos y desencadenando una crisis de agua potable en la capital.
El sector agrícola uruguayo enfrenta el desafío de los precios de referencia de la soja, que han caído alrededor del 22% desde su máximo de 52 semanas. A pesar de esto, un aumento en los préstamos bancarios a los agricultores durante 2023, aunque acompañado de un incremento en los pagos atrasados, sugiere una necesidad crítica de una cosecha récord para aliviar la situación financiera del sector.
Para contrarrestar los efectos de futuras sequías, ADP está invirtiendo en sistemas de riego beneficiándose de incentivos fiscales. Guigou reveló planes para irrigar 1.000 hectáreas el próximo año, con la meta de expandir esta cobertura al 10-20% de sus tierras arrendadas en los próximos cinco años. Esta estrategia busca no solo mitigar los riesgos asociados a la sequía sino también asegurar contratos de arrendamiento a largo plazo con los propietarios de las tierras.
Esta perspectiva optimista para la cosecha de soja en Uruguay simboliza un punto de inflexión para el país, ofreciendo esperanzas de recuperación y estabilidad económica tras un año marcado por condiciones climáticas adversas. La inversión en tecnología de riego representa un enfoque proactivo para asegurar el futuro del sector agrícola, crucial para el crecimiento económico del país.