El presidente de la entidad, Nicolás Pino, indicó que el conflicto entre los gremios aceiteros y los exportadores perjudica “a toda la cadena e, incluso, a los ingresos fiscales”
El paro de los aceiteros en las terminales portuarias lleva seis días y ya genera la preocupación, además de entre los exportadores y los centros de corredores de cereales, en entidades del campo. Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), pidió el fin del conflicto. En tanto, no se conocieron por ahora definiciones del Gobierno sobre el tema. “Cedan posiciones”, reclamó el titular de la SRA. Se estima que hay una veintena de barcos a la espera para cargar granos en las terminales cerealeras del Gran Rosario y unos 14.000 transportistas quedaron afectados en su trabajo y varados en muchos casos.
Desde el martes pasado, el Sindicato de Aceiteros de San Lorenzo (SOEA) y la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores y Afines de la República Argentina (Ftciodyara), iniciaron una protesta en reclamo de una mejora salarial del 25% en el marco de la paritaria, según explicaron. La industria aceitera, en cambio, ofreció 12% ahora y 5% el mes próximo.
Los exportadores, agrupados en la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), han pedido a los sindicatos que levanten el paro y se sienten a una mesa de negociación. No hay diálogo entre las partes. No se ha solicitado la conciliación obligatoria. “Intentamos todos los días, pero no levantan la medida”, dijeron a este medio desde el sector industrial. Agregaron que las autoridades están al tanto de lo que ocurre en la actividad. LA NACION consultó sobre el tema en Casa Rosada el viernes pasado, pero hasta el momento no tuvo respuestas.
“El conflicto portuario de los últimos días tiene paralizado al mercado de granos de nuestro país. Las pérdidas no son solo para la industria y los trabajadores, sino también para los productores, comercializadores y transportistas”, señaló Pino.
El presidente de la Rural agregó: “Hacemos un llamado a las partes involucradas para que cedan posiciones que perjudican a toda la cadena e, incluso, a los ingresos fiscales. Un conflicto gremial no puede obstaculizar el normal desenvolvimiento del sector que genera la mayor cantidad de exportaciones del país”.
Exportaciones y divisas
Desde SOEA, Daniel Succi, secretario general, dijo que seguirán la medida de fuerza “hasta las últimas consecuencias”. Agregó, en relación a las empresas: “A nosotros no nos han llamado nunca”. Señaló que la medida en este caso no tiene que ver con un reclamo por el impuesto a las Ganancias, que volverá a aplicarse, sino por lo salarial. Comparó que mientras las empresas señalan que tener un buque parado demanda un gasto diario de US$50.000, el costo de la suba salarial por trabajador rondaría los $250.000.
En este marco, en el sector agroindustrial han remarcado que es urgente que se normalice la actividad para que no haya un daño grave en las exportaciones y el consiguiente ingreso de divisas. Entre enero y junio pasado la Argentina exportó por 38.176 millones de dólares, el cuarto valor más alto de la historia para igual período de años anteriores, según un relevamiento de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). Puntualmente toda la agroindustria exportó por 22.905 millones de dólares, el 60% del total del primer semestre.
En tanto, solo de granos y subproductos en los primeros siete meses del año la agroexportación liquidó divisas por US$13.640.163.390, un 5,2% más versus igual período de 2023.
“En retrospectiva con el año 2023, a pesar de la notable recuperación productiva en la nueva campaña 2023/24, la caída de los precios internacionales de las principales commodities agrícolas están afectando parcialmente el desempeño exportador agroindustrial. En términos de volumen, la agroindustria exportó poco más de 50 millones de toneladas, lo cual indica una recuperación de 61% interanual. No obstante, el valor exportado se incrementó solo en 21% comparado con igual período del año pasado, lo cual refleja el impacto precio negativo que atraviesa el sector agroindustrial”, apuntó la Bolsa rosarina en su reporte.
En el primer semestre del año siete de los 10 principales complejos exportadores estuvieron ligados al agro, lo cual refleja la importancia del sector.
El viernes pasado, el Centro de Corredores de Cereales de Bahía Blanca, el Centro de Corredores de Cereales de Buenos Aires, el Centro de Corredores de Cereales de Entre Ríos, el Centro de Corredores de Cereales de Rosario y el Centro de Corredores de Cereales de Santa Fe criticaron el paro de los aceiteros. “Está generando un impacto negativo no solo en la industria aceitera, sino también en toda la cadena de valor agroindustrial y en la economía nacional en general. La medida de fuerza afecta directamente la logística de exportación, con camiones varados y buques a la espera de carga en los principales puertos del país. Esta situación afecta de manera directa al normal funcionamiento de productores, corredores, acopiadores, cooperativas y transportistas además de seguir dañando la imagen del país como proveedor confiable en los mercados internacionales”, dijeron.