En Brasil, el Estado alemán financiará parte de la primera planta de biocombustibles para aviones

Se trata de un desarrollo conjunto con la empresa empresa Geo Bio Gas & Carbon, responsable de su implementación y puesta en funcionamiento. Estará en San Pablo.

En la zona de Elías Fausto, una localidad ubicada en el Estado de San Pablo en Brasil, se construirá la “primera planta industrial dedicada a la producción de combustible de aviación sostenible” de ese país.

Estos biocombustibleso “biofuels” se denominan SAF, por la sigla en inglés de Sustainable Aviation Fuel, y están siendo un boom a nivel mundial debido a la intención de las compañías aéreas de reducir su huella de carbono, habida cuenta de que son las mayores emisoras.

En este tema, Argentina está teniendo un rol protagónico, tal como quedó demostrado recientemente durante un Simposio sobre Colza (uno de los cultivos con los que se elaboran estos combustibles) realizado en Paraná.

Tomando esto como contexto, el dato de relevancia para las relaciones de la región con los países europeos es que será directamente Alemania, a través de una empresa estatal, que aportará dinero para financiar parte del proceso de construcción de esta planta en Brasil

“Este proyecto cuenta con apoyo financiero público a través de GIZ“, le confirmaron a Infocampo desde la propia Embajada alemana en Brasilia.

cana de azucar

BIOCOMBUSTIBLES: “COOPERACIÓN INTERNACIONAL”

Uno de los objetivos de la GIZ, la Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeitt (Compañía Internacional de Cooperación) es el de articular proyectos productivos en otras regiones del mundo, fuera incluso del bloque de países europeos.

La GIZ a su vez se encuentra bajo la órbita del Ministerio Federal Cooperación Económica y Desarrollo, que dio la luz verde para desembolsar el financiamiento. En este caso, el proyecto representa una importante puesta en valor para la cadena del biocombustible brasileña.

“La iniciativa está alineada con la estrategia climática de San Pablo, que establece objetivos ambiciosos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero”, dijo Natalia Resende, secretaria Medio Ambiente, Infraestructura y Logística del Estado paulista.

El proyecto tiene un plazo de ejecución de tres años y se espera que para el proyecto se desembolse un total de 7,8 millones de euros. De los cuales 1,5 de los mismos son recursos públicos alemanes.

El resto de la inversión corresponde a la compañía Geo Bio Gas & Carbon, que será la responsable de su puesta en funcionamiento.

También forman parte la agencia alemana Giz, la Financiadora de Estudios y Proyectos (Finep) y Copersucar, la mayor procesadora de azúcar de Brasil. Todos, son socios de la iniciativa y el objetivo es producir unos 750 litros a diario.

La incidencia de una compañía como Copersucar será fundamental: parte del proceso productivo se generará a través del biogás resultante de los residuos de la biomasa de las plantas azucareras.

Este tipo de combustibles, explicaron, puede ser mezclado con querosén de aviación convencional y de ese modo reducir la huella de carbono, el gran deseo de la industria para los tiempos que vienen y las exigencias gubernamentales al respecto.

Días atrás, el Presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula Da Silva, había señalado que “Brasil es el país que hará la mayor revolución energética del planeta”.

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