El índice de riesgo país argentino, que al inicio de 2024 estaba cerca de los 2.100 puntos, cayó a 1.044 puntos esta semana, según el banco J.P. Morgan. Pese a la mejora, el país sigue en los niveles más críticos de la región, junto con Venezuela, Bolivia y Ecuador.
Argentina muestra señales de recuperación, pero persisten los desafíos
El índice de riesgo país de Argentina descendió un 5,6% esta semana, ubicándose en 1.044 puntos básicos, un nivel que no se veía desde 2019, durante la presidencia de Mauricio Macri. Al inicio del año, este índice rondaba los 2.100 puntos, por lo que la caída refleja una mejora significativa en el clima financiero. Sin embargo, la posición de Argentina en comparación con otros países de Latinoamérica sigue siendo una de las más preocupantes.
Al cierre de septiembre de 2024, Argentina compartía los peores índices de riesgo país junto a Venezuela, Bolivia y Ecuador. A pesar de las dificultades, tanto Argentina como Ecuador lograron mejorar su posición en el último año, mientras que Bolivia mostró un deterioro en su situación financiera. Venezuela, aunque sigue con altos niveles de riesgo, también evidenció una leve recuperación.
En términos de calificación crediticia, Argentina se encuentra en la liga CCC, al igual que países como Ucrania, Camerún, Etiopía y Mozambique. Analistas sugieren que, para 2025, el país debería aspirar a alcanzar la calificación «B-«, donde se ubican Uganda, Madagascar, Angola, Papúa Nueva Guinea y la República Democrática del Congo.
Aunque la deuda argentina sigue siendo motivo de preocupación, algunos indicadores locales muestran señales positivas, principalmente por el repunte en los bonos del país, una situación similar a la vivida en Ecuador, que logró estabilizar su situación financiera. Esto representa un primer paso hacia la recuperación, aunque todavía queda un largo camino por recorrer.
Si bien la reducción del riesgo país de 2.100 a 1.044 puntos básicos es un avance importante, Argentina aún tiene que enfrentar desafíos significativos para salir de la zona crítica en la que se encuentra. La mejora en el clima financiero es un indicio positivo, pero el objetivo para 2025 será avanzar hacia una calificación crediticia más favorable, consolidando así un camino más seguro hacia la estabilidad económica.