Un reciente reporte de la Bolsa de Comercio de Rosario indica que en la región núcleo del país faltan por sembrar 730.000 hectáreas, o sea alrededor del 45% del área de intención de maíz.
“Las lluvias de la semana pasada, con acumulados reducidos y localizados en el NO de la región, permitieron sembrar 80.000 ha después de un mes de paralización por falta de agua. Por otra parte, con lluvias abundantes y con condiciones ideales para la siembra, sembrar ahora implicaría posicionar al período crítico del cultivo en las semanas más temidas del verano, esto es pleno enero”, subraya el reporte.
Advierte que las lluvias han llegado cuando la ventana de siembra está al límite y esto plantea una incertidumbre para muchos productores. Por eso muchos ya han dado por finalizada la siembra de maíz temprano.
“Suspendimos la siembra para evitar que la floración ocurra hacia fines de diciembre y principios de enero”, explican los ingenieros en la zona de María Susana. Pero, también explican que no descartan sembrar en noviembre, en fechas tardías, pero no tan tardías, dada la reciente experiencia de maíces muy afectados con fecha de siembra después del 10 de diciembre. Este tipo de siembras se harían teniendo en cuenta el nivel de población de chicharrita.
En Carlos Pellegrini ya han dado por concluida la siembra, con un 50% menos de área sembrada que el año pasado. En el extremo sur santafesino, como en Bigand y Sancti Spiritu, en cambio, dicen: “la siembra se reiniciaría y se completaría toda el área prevista, aunque la superficie será un 40% menor que el año pasado”. El sur santafesino lidera el avance de siembra con un 96%, mientras que en el noroeste bonaerense apenas llega al 15%. El sureste cordobés, un tradicional bastión maicero, tiene solo un 30% implantado.
Comienza la cuenta regresiva para la siembra de soja: “este año hay mucha soja por sembrar”
Con la siembra de maíz aún en duda, la oleaginosa emerge como el cultivo clave esta campaña. Los primeros lotes de soja de primera comenzarán a sembrarse la próxima semana, «apenas la humedad del suelo lo permita», destacan los técnicos de Carlos Pellegrini. Allí, proyectan un aumento del 30% en la superficie sembrada respecto al año anterior».
Los asesores resaltan la importancia de sembrar tan pronto sea posible y extenderla hasta mediados de noviembre. No solo para diversificar riesgos, sino también por cuestiones logísticas. «Este año hay mucha soja para sembrar y debemos evitar un cuello de botella en la cosecha», también advierten en Cañada de Gómez. En Bigand advierten por los efectos de la escasa eficacia de los herbicidas por la sequía, que retrasó los barbechos. Allí, hay expectativa de sembrar hasta un 20% más de soja que el año pasado.