América Latina y el Caribe: Se Espera un Crecimiento del 2,4% en 2025, Impulsado por el Consumo Interno

Las economías de América Latina y el Caribe crecerían un 2,4% en 2025, impulsadas principalmente por el consumo interno, aunque las tensiones geopolíticas y comerciales globales podrían moderar este crecimiento.

 Así lo indicó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de las Naciones Unidas en su último informe, presentado este miércoles. La previsión fue revisada al alza respecto a la estimación de agosto, cuando la organización había proyectado un crecimiento del 2,3% para la región.

Según la CEPAL, el consumo privado continuará siendo el principal motor del crecimiento en 2025, si bien se espera una expansión más moderada en comparación con 2024. Esta leve desaceleración está vinculada a varios factores, como la incertidumbre económica global y los desafíos derivados de las tensiones geopolíticas y comerciales, que podrían afectar el precio de las materias primas y complicar las rutas comerciales, especialmente las marítimas.

El informe también destaca una leve mejora en el crecimiento del empleo, aunque la tasa de participación laboral sigue siendo baja en comparación con los niveles previos a la pandemia, lo que se ve reflejado en una desigualdad de género persistente en los mercados laborales de la región. En este contexto, la CEPAL advierte que, aunque se espera una mejora en las condiciones de empleo, los riesgos asociados a las tensiones globales podrían afectar de manera significativa a las economías latinoamericanas.

En cuanto a los principales países de la región, la CEPAL prevé que Brasil, la mayor economía de América Latina, experimentará un crecimiento del 2,3% en 2025, mientras que México crecería un 1,2% y Argentina alcanzaría un 4,3% de expansión. Este último, impulsado por la recuperación de su economía interna y la reciente reactivación de sectores clave.

Otro aspecto clave señalado en el informe es la tendencia a la baja de la inflación en la región, lo que, junto con la flexibilización monetaria en Estados Unidos, ha permitido una reducción cautelosa y heterogénea de las tasas de interés en varios países latinoamericanos. Sin embargo, la CEPAL advirtió que las perspectivas de inversión siguen siendo desalentadoras, debido a la falta de un gasto público robusto y las expectativas de una contracción de la formación bruta de capital fijo, lo que podría poner en riesgo el sostenimiento del crecimiento a mediano y largo plazo.

Por otro lado, las exportaciones e importaciones de bienes y servicios están proyectadas a recuperar terreno en 2025, lo que podría contribuir a dinamizar la economía regional en medio de un contexto global desafiante.

En resumen, aunque la región de América Latina y el Caribe enfrentará desafíos significativos en 2025, se espera que el consumo interno siga siendo un pilar fundamental para el crecimiento económico. Sin embargo, los riesgos globales y la falta de inversión pública podrían atenuar este panorama, poniendo en duda el sostenimiento de un crecimiento sólido a largo plazo.

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