Productores bolivianos en emergencia tras prohibición de exportación de carne

La suspensión de exportaciones de carne de res en Bolivia genera pérdidas diarias de hasta US$ 500.000, según la Caneb.
Productores bolivianos en emergencia tras prohibición de exportación de carne

Ganaderos advierten sobre el impacto económico y la posible pérdida de mercados clave como China, mientras el Gobierno prioriza la estabilidad de precios en el mercado interno.

La industria cárnica de Bolivia enfrenta una crisis tras la prohibición temporal de exportaciones de carne de res impuesta por el Gobierno. La medida, anunciada por el ministro de Desarrollo Productivo, Néstor Huanca, busca regular la oferta y estabilizar los precios en el mercado interno. Sin embargo, los productores advierten sobre graves consecuencias económicas.

Según la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (Caneb), la decisión genera pérdidas diarias de US$ 500.000 para el sector ganadero.

«No entendemos el accionar del Gobierno; habíamos trabajado para mejorar las exportaciones y ahora enfrentamos un retroceso significativo. Esta decisión pone en riesgo ingresos por más de US$ 200 millones anuales, en un momento donde Bolivia necesita divisas», explicó Marcelo Olguín, gerente de la Caneb.

Las exportaciones de carne bovina en 2024 generaron US$ 185 millones, superando los US$ 136 millones de 2023. A pesar de los bloqueos y problemas de abastecimiento de combustible que afectaron la logística, el sector experimentó un crecimiento de US$ 40 millones.

«El sector de la carne es una de las principales potencialidades económicas del país, y medidas como esta atentan contra su desarrollo», advirtió Olguín.

El presidente interino de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), Klaus Frerking, también se sumó a las críticas: «Es una medida que va en contra de la producción y del esfuerzo del sector ganadero para generar exportaciones y traer divisas al país».

Uno de los principales temores de los productores es la posible pérdida de mercados estratégicos como China. «Bolivia había logrado abrirse paso en mercados internacionales, y este tipo de medidas generan desconfianza en los compradores», señalaron desde la Federación de Ganaderos de Santa Cruz (Fegasacruz).

«El Gobierno tiene que entender que hay problemas estructurales que no corresponden al aparato productivo. Se deben buscar soluciones de fondo y no afectar la imagen de Bolivia en el comercio internacional», destacó Olguín.

Desde el Ejecutivo, el ministro de Economía, Marcelo Montenegro, aseguró que la medida será temporal, hasta que los precios minoristas de la carne se estabilicen.

«Si se normaliza el precio de la carne, no hay problema, se pueden retomar las exportaciones. Pero mientras exista el problema, se debe priorizar el mercado interno y proteger el bolsillo de la población», explicó Montenegro.

Por su parte, el viceministro de Desarrollo Agropecuario, Álvaro Mollinedo, justificó la decisión con base en la tendencia al alza de los precios de la carne, que en algunos mercados locales llegó a Bs 65/kg.

«Observamos una menor oferta de ganado en pie en los mataderos y esto impacta en el precio. Se trata de garantizar el abastecimiento para los bolivianos», argumentó Mollinedo.

Mientras el Gobierno defiende la prohibición de exportaciones como una medida para controlar la inflación de los alimentos, los ganaderos advierten sobre sus efectos negativos en el desarrollo productivo y la generación de divisas.

El sector ganadero boliviano se mantiene en estado de emergencia y presiona para que la restricción sea levantada lo antes posible, evitando mayores daños a la economía del país y la pérdida de mercados clave.

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