El gobernador Leandro Zdero anunció que el gobierno destinará más de 415 millones de pesos para acompañar el esfuerzo de quienes mantienen viva una de las producciones más emblemáticas de la provincia.

El sol aún no ha salido del todo, pero en los campos algodoneros de Chaco ya se siente el trajín de una nueva jornada. Los productores, con manos curtidas por el trabajo diario, revisan sus cultivos con la esperanza de una buena cosecha. En ese contexto, el gobernador Leandro Zdero anunció que el gobierno destinará más de 415 millones de pesos para acompañar el esfuerzo de quienes mantienen viva una de las producciones más emblemáticas de la provincia.
«Sabemos lo que significa el algodón para nuestra economía y para tantas familias que dependen de él. Por eso, reafirmamos nuestro compromiso con los productores que trabajan de sol a sol para sostener esta actividad fundamental», expresó Zdero.
El programa de asistencia, que ya está en su segunda etapa, busca garantizar el desarrollo de la campaña 2024/2025. Durante el mes de enero, equipos del Ministerio de Producción recorrieron la provincia verificando las hectáreas sembradas, un paso clave para determinar qué productores están en condiciones de recibir los fondos.
Julio Fantín, subsecretario de Agricultura, explicó que en los próximos días comenzará la transferencia de los recursos para quienes hayan cumplido con los requisitos del programa. «Es un esfuerzo conjunto que apunta a fortalecer la producción y que cada productor reciba lo que le corresponde», detalló.
A pesar de la compleja situación económica, el gobierno provincial ratificó su decisión de sostener esta ayuda con fondos propios. «Sabemos que el campo no puede esperar y estamos haciendo todo lo posible para acompañar su crecimiento», señaló el ministro de Producción, Víctor Zimmermann.
Para los productores, esta inversión significa mucho más que un número: es la posibilidad de seguir adelante, de sembrar con esperanza y de ver el fruto de su trabajo reflejado en cada cosecha. Mientras tanto, el algodón chaqueño sigue su ciclo, creciendo bajo el mismo sol que cada día ilumina el esfuerzo de quienes trabajan la tierra.