A pesar de la reducción temporal de retenciones, los productores enfrentan un entorno complicado, donde los precios internacionales de productos clave como soja, maíz y trigo han caído, afectando gravemente sus márgenes de rentabilidad. Según informes recientes, los productores argentinos reciben casi 150 dólares menos por tonelada de soja que sus pares brasileños, lo que resalta la desventaja competitiva que enfrenta el sector local.
Dentro de este contexto, los productores agrícolas están planificando estrategias y buscando alternativas de inversión que permitan cuidar el valor de la producción. Un mercado con potencial de crecimiento para este año es el inmobiliario. Impulsado por medidas del gobierno que lograron recuperar la confianza en el sector, como la derogación de la Ley de Alquileres, la eliminación del Impuesto a la Transferencia de Inmuebles (ITI), y el regreso de los créditos hipotecarios.