Se perdió el 70% de la siembra en 9 de Julio

El distrito bonaerense estimaba implantar 55.000 hectáreas con trigo y cebada, pero apenas alcanzaría las 10.000. El anegamiento de campos y la falta de acceso complican también la actividad ganadera.

Las lluvias incesantes que comenzaron en febrero y se extendieron hasta bien entrado el otoño dejaron huellas profundas en el partido de 9 de Julio, en el centro oeste bonaerense. Según el último relevamiento satelital difundido por el INTA, más de 80.000 hectáreas del distrito están afectadas por el exceso hídrico. El impacto no solo golpeó al trigo y la cebada, sino que arrasó con toda posibilidad de sembrar pasturas y verdeos de invierno.

En la última reunión del CERBAN (Centro Regional Buenos Aires Norte) del INTA, realizada en 9 de Julio, se compartieron los datos más recientes sobre la magnitud del daño. El Lic. Lisandro Torrens, jefe de la Agencia de Extensión Rural local, explicó que el informe actualizado muestra una suba preocupante: de las 63.000 hectáreas afectadas que se registraban en marzo, se pasó a 80.000, de las cuales 50.000 están directamente bajo agua, y 33.000 presentan encharcamiento o anegamiento superficial.

«El 89% de esa superficie corresponde a pasturas y campo natural, el 9% a cultivos de primera y apenas el 2% a cultivos de segunda», detalló Torrens en una entrevista con el programa radial Acontecer Rural.

Una campaña que se escurre

Las consecuencias para la campaña fina 2025/2026 son severas. La expectativa inicial era alcanzar las 55.000 hectáreas con cultivos de invierno, pero la realidad marcó otro rumbo. A la fecha, apenas se habrían logrado sembrar unas 10.000 hectáreas, según estimaciones del INTA. La principal traba no fue solamente el estado de los lotes, sino la imposibilidad de llegar a ellos: los caminos rurales están destruidos, angostos o directamente anegados.

«La ventana de siembra ya está prácticamente cerrada», lamentó Torrens. «La campaña se perdió. Muchos productores querían apostar al doble cultivo porque el margen era mejor que el de la soja, pero no pudieron entrar a los campos».

Ganadería en jaque 

El panorama ganadero tampoco escapa al drama. Muchos campos mixtos tienen la zona ganadera bajo agua, y ante la imposibilidad de sembrar pasturas o verdeos, los productores están recurriendo a rastrojos para sostener la alimentación de los rodeos.

 

«Si la situación no cambia, esos lotes no van a poder utilizarse para agricultura. Van a tener que pensar en verdeos de verano o en achicar rodeos para poder subsistir», advirtió el técnico.

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