Un nuevo pulso de aire frío avanza sobre la región pampeana y Cuyo, provocando heladas generalizadas y un marcado descenso térmico entre miércoles y viernes
La región agrícola argentina enfrenta una semana de contrastes térmicos marcados. Tras un fin de semana con condiciones primaverales, el ingreso de una masa de aire frío cubrirá gran parte del país, provocando heladas generalizadas y un brusco descenso de temperaturas. El fenómeno impactará especialmente entre el miércoles y el viernes, con mínimas que podrían ubicarse por debajo de los 0 °C en zonas productivas clave.
Aunque el episodio será breve, las condiciones de baja humedad y estabilidad dominarán gran parte del territorio, dejando en espera las lluvias significativas hasta la última semana de agosto, fundamentales para la siembra temprana de maíz y otros cultivos.
Panorama actual y reservas de humedad
Según el relevamiento meteorológico, las reservas de humedad en la mayor parte de las áreas donde se implantó la fina se mantienen en niveles adecuados. Sin embargo, el centro-norte de La Pampa, el oeste de Córdoba y el norte del país registran valores más ajustados, con pocas probabilidades de mejora a corto plazo.
Este déficit local genera preocupación entre los productores, ya que las precipitaciones previstas para esta semana son escasas y localizadas, sin impacto relevante en el balance hídrico.
Factores determinantes: frío y estabilidad atmosférica
El ingreso de aire frío estará acompañado por vientos del sector sur-sudoeste, que desplazarán rápidamente la masa cálida previa. El miércoles se espera el punto más crítico, con descensos de hasta 20 grados respecto al martes y mínimas cercanas a los 3 °C en la zona núcleo, con heladas moderadas a fuertes en la región pampeana sur.
La circulación de aire frío se mantendrá hasta el jueves, sin aporte de humedad, consolidando un patrón seco. Hacia el viernes, los vientos rotarán al este y luego al norte, permitiendo una recuperación térmica acelerada.
Impacto para el campo
El evento de heladas será de corta duración pero podría afectar cultivos sensibles a bajas temperaturas, especialmente en áreas donde el trigo se encuentra en etapas tempranas de desarrollo. No obstante, el período seco beneficiará a quienes necesitan realizar labores de siembra directa, fertilización o control de malezas sin interrupciones por lluvias.
En cuanto a la ganadería, las heladas podrían afectar la disponibilidad de pasturas en lotes de invernada y sistemas de feedlot, requiriendo ajustes en la suplementación.
Perspectivas a fin de mes
Las proyecciones indican que la última semana de agosto podría traer un retorno a condiciones más húmedas, mejorando la transición hacia septiembre. Esto sería clave para consolidar las buenas perspectivas para la campaña gruesa 2025/26, particularmente para maíz y girasol.
Sin embargo, la incertidumbre climática sigue presente, y los productores deberán seguir de cerca la evolución de los pronósticos para tomar decisiones estratégicas en comercialización, logística e insumos.