El gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva destinará créditos, beneficios tributarios y compras públicas para mitigar el impacto de los aranceles del 50 % impuestos por Donald Trump a carnes y frutas brasileñas.
El gobierno de Brasil anunció este miércoles un paquete de apoyo de R$ 30.000 millones (unos US$ 5.555 millones) para los sectores exportadores afectados por los aranceles del 50 % impuestos por Estados Unidos.
La medida, presentada por el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, busca aliviar a las pequeñas y medianas empresas vinculadas al comercio exterior, afectadas desde el 6 de agosto por las sanciones impulsadas por el presidente estadounidense Donald Trump.
Según Haddad, esta es una «respuesta inicial a una situación inédita», en la que, afirmó, «Brasil está siendo sancionado por ser más democrático que su agresor», en referencia al proceso judicial que enfrenta el expresidente Jair Bolsonaro por su presunta participación en un intento de golpe de Estado.
Medidas de apoyo
El plan incluye:
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Créditos por R$ 30.000 millones para capital de trabajo y financiamiento de exportaciones.
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Aumento de compras gubernamentales, especialmente de alimentos perecederos destinados a EE. UU.
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Beneficios tributarios para empresas de los sectores afectados.
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Búsqueda de nuevos mercados para diversificar destinos.
Los sectores más impactados son las carnes y frutas, que representan el 35 % de las exportaciones brasileñas a EE. UU. y que ahora enfrentan el arancel del 50 %.
Contexto político y comercial
Trump justificó la medida alegando un déficit comercial con Brasil y el juicio contra Bolsonaro, pero el gobierno brasileño sostiene que las cifras muestran saldos favorables para Estados Unidos desde hace 25 años. Brasil considera que las sanciones tienen un claro sesgo político.
En 2024, EE. UU. fue el destino del 12 % de las exportaciones brasileñas, con un valor de US$ 40.300 millones, mientras que las importaciones desde la mayor economía mundial alcanzaron los US$ 40.500 millones.
Durante la ceremonia de anuncio, Lula estuvo acompañado por representantes empresariales y los presidentes de la Cámara de Diputados y el Senado, Hugo Motta y Davi Alcolumbre, quienes respaldaron la iniciativa.
Hasta el momento, las gestiones diplomáticas brasileñas para una negociación estrictamente comercial no han prosperado. Trump ha condicionado cualquier revisión de los aranceles al fin del proceso judicial contra Bolsonaro, una exigencia rechazada por el gobierno de Lula.