Las provincias del Litoral y el Gobierno nacional conformaron un grupo de trabajo junto a la Policía brasileña para combatir el abigeato en la frontera. El primer encuentro será en Sao Borja.
El abigeato se consolidó en los últimos años como uno de los delitos más frecuentes y costosos para la ganadería del Litoral argentino. Los departamentos fronterizos de Corrientes y Misiones se encuentran entre los más afectados, debido a su proximidad con Brasil y Paraguay, y a la dificultad de controlar amplias extensiones rurales. Frente a este escenario, autoridades provinciales y nacionales acordaron dar un paso más en la cooperación internacional.

El director general de Coordinación e Interior de la Policía de Corrientes, General Daniel Gauna, confirmó que se conformó un grupo de trabajo con la Policía brasileña y representantes del Ministerio de Seguridad de la Nación para intensificar las medidas de prevención y represión del abigeato en la zona de Santo Tomé. El primer encuentro formal se desarrollará en Sao Borja, Brasil, donde se delinearán estrategias conjuntas para reforzar la seguridad en los pasos fronterizos y en las áreas rurales más vulnerables.
«Están avanzadas las conversaciones y se va a profundizar el trabajo que ya realizamos en años anteriores con la Policía brasileña para contrarrestar el problema del abigeato«, señaló Gauna en declaraciones a Valor Agro Radio. El funcionario destacó que en reuniones previas, como la realizada en Santo Tomé, se avanzó en un diagnóstico compartido de la problemática y en la necesidad de mejorar los canales de comunicación entre las fuerzas de seguridad de ambos países.
El abigeato no solo representa una pérdida directa para los productores ganaderos, sino que también afecta la trazabilidad y la confianza en la cadena cárnica argentina, en un momento en que el país busca posicionarse con mayor fuerza en los mercados internacionales. El robo de ganado en zonas fronterizas suele estar asociado a redes de contrabando que operan de manera organizada, con capacidad de trasladar hacienda de un lado al otro de la frontera y luego comercializarla en mercados informales.

Para Corrientes y Misiones, dos provincias con fuerte perfil ganadero, el impacto económico es significativo. La pérdida de animales, sumada a los costos adicionales en seguridad y en aseguramiento de la producción, golpea especialmente a los pequeños y medianos productores, que muchas veces carecen de los recursos para reforzar el control en sus establecimientos.
Las autoridades buscan ahora coordinar medidas operativas que incluyan patrullajes conjuntos en áreas rurales cercanas a la frontera, intercambio de información en tiempo real sobre movimientos sospechosos de hacienda y capacitaciones específicas para efectivos policiales en técnicas de control rural. En este sentido, se espera que el encuentro en Sao Borja sirva para establecer protocolos más ágiles y efectivos de actuación conjunta.

La participación del Ministerio de Seguridad de la Nación apunta a darle mayor institucionalidad al trabajo y a facilitar la coordinación entre fuerzas provinciales y federales, un aspecto clave para enfrentar delitos que trascienden las jurisdicciones locales. Además, se prevé articular estas acciones con los ministerios de Producción y de Agricultura, ya que la problemática del abigeato involucra directamente a la cadena agroindustrial y a las economías regionales.
El desafío también incluye la necesidad de modernizar los sistemas de control de ganado, incorporando herramientas tecnológicas como caravanas electrónicas, chips de rastreo y sistemas satelitales que permitan identificar con mayor precisión los movimientos de hacienda. Sin embargo, estas soluciones requieren inversión y una implementación progresiva que pueda adaptarse tanto a grandes productores como a pequeños establecimientos familiares.

Para los ganaderos de la región, la expectativa es que estas medidas conjuntas logren reducir los niveles de inseguridad rural, que en algunos casos obligaron a modificar rutinas de trabajo, restringir el pastoreo en campos alejados o incluso dejar de producir en determinadas zonas. La cooperación con Brasil es vista como una oportunidad para atacar el problema de raíz, dificultando el accionar de las bandas organizadas que cruzan ganado de un país a otro.
En definitiva, el abigeato en la frontera argentina-brasileña dejó de ser un problema local para transformarse en una cuestión de seguridad regional. El nuevo grupo de trabajo entre Corrientes, Misiones, Nación y la Policía de Brasil busca dar una respuesta coordinada a un delito que afecta a la economía, la seguridad y la confianza en la producción ganadera. El encuentro en Sao Borja será el primer paso de un proceso que, de sostenerse en el tiempo, podría marcar un antes y un después en la lucha contra el robo de ganado en el Litoral argentino.