El Gobierno aprovechó el fuerte ingreso de dólares del agro tras la fugaz quita de retenciones, lo que permitió que las reservas del Banco Central tocaran máximos en un mes.
Las reservas brutas del Banco Central (BCRA) superaron este viernes los u$s41.000 millones, luego de un salto diario de u$s1.889 millones, el más alto en casi dos meses. El movimiento se explicó principalmente por la compra de u$s1.345 millones realizada por el Tesoro, aprovechando el flujo extraordinario de divisas del agro, que aceleró liquidaciones tras la ventana de retenciones cero.
El ministro de Economía, Luis Caputo, detalló que el campo liquidó en la jornada unos u$s1.745 millones, de los cuales el Tesoro absorbió el 77%. «Ayer se pudo comprar el 25% de lo que liquidó el campo; hoy, con esta medida, el 77%. Son unos u$s1.345 millones», señaló en declaraciones televisivas. Para el funcionario, la reinstauración del llamado «cepo cruzado» permitió cortar maniobras de arbitraje cambiario que favorecían a pocos y, en cambio, ayudó a recomponer las reservas.

Caputo salió a captar los dólares que ingresaron por las exportaciones del agro, beneficiadas por la reciente quita de retenciones.
El alivio no fue menor: las reservas netas se ubicaron en u$s7.543 millones, según cálculos de economistas privados. Desde el mercado remarcaron que, además de la compra de dólares, el Tesoro habría pactado operaciones con las grandes cerealeras, combinando la liquidación de divisas con la suscripción de bonos dólar linked, lo que le permitió al Gobierno absorber pesos sin expandir la base monetaria.
El impacto de las retenciones cero fue inmediato. Las compañías agroexportadoras completaron en apenas tres días el tope de u$s7.000 millones dispuesto por el Ejecutivo. Esa inyección acelerada de dólares le dio margen a Caputo para reforzar el poder de fuego del BCRA, aunque con una medida que, por su carácter transitorio, difícilmente pueda sostenerse en el tiempo.

De cara a la próxima semana, la consultora 1816 proyecta que el sector agropecuario aún debería liquidar cerca de u$s4.400 millones, lo que abre la posibilidad de nuevas compras oficiales. Se trata de un volumen histórico para tan corto plazo y que, en caso de concretarse, podría seguir apuntalando las reservas.
El desafío, sin embargo, será qué ocurre una vez agotado este viento de cola. Con la brecha cambiaria latente y la presión por sostener el dólar oficial en un marco de restricciones, el Gobierno depende de que el agro mantenga su ritmo para reforzar la estabilidad cambiaria.
En definitiva, el campo volvió a ser el gran sostén de las reservas argentinas, dándole aire al Tesoro en un momento delicado. El interrogante pasa por la sostenibilidad: si esta recomposición de dólares quedará en una foto coyuntural o si podrá transformarse en una estrategia más duradera que combine reglas claras, incentivos al agro y previsibilidad macroeconómica.