Ruralistas denuncian que la medida benefició a exportadores y piden resistir precios bajos. Hasta el titular del ARCA, Juan Pazo, avaló la consigna: «Si no están conformes, no vendan».
La suspensión temporal de las retenciones a las exportaciones de granos disparó un fuerte malestar en el sector agropecuario. En apenas tres días, las empresas exportadoras declararon ventas al exterior por US$7000 millones, concentradas en un 86% en solo siete compañías. Para los dirigentes rurales, la medida del Gobierno resultó un «beneficio exclusivo para los grandes jugadores» y dejó a los productores en una situación de «desencanto» y «decepción».


















