El mercado de la carne en el Mercosur muestra movimientos dispares. Brasil alcanza su mejor cotización en casi un año, Uruguay y Paraguay ajustan a la baja, y Argentina se mantiene estable en dólares, aunque condicionada por la volatilidad cambiaria tras las elecciones de medio término.
El novillo gordo en Brasil cotiza a USD 3,90, seis centavos más que la semana pasada, marcando el valor más alto desde diciembre. La suba responde tanto a un aumento del precio interno como a una apreciación del real de cuatro centavos frente al dólar. El país mantiene un ritmo exportador récord, con una proyección de 350 mil toneladas mensuales, lo que representaría el tercer máximo consecutivo en cuatro meses. Con una logística eficiente y una política exportadora estable, Brasil refuerza su liderazgo regional en el comercio de carne vacuna.
En la Argentina, el novillo trazado y pesado se ubica en USD 4,57 considerando la vigencia de las retenciones, o en USD 4,36 cuando se aplican exenciones temporarias. La variación semanal fue mínima, entre uno y dos centavos a la baja. Si bien los frigoríficos aumentaron sus ofrecimientos en pesos -unos $100 más por kilo en promedio-, la devaluación del 2,2% semanal terminó neutralizando la mejora. La volatilidad del tipo de cambio, tras la sorpresa electoral, sigue siendo un factor determinante en la formación de precios.

Aun con esas oscilaciones, el precio argentino se mantiene un 6% por encima del promedio regional, un diferencial que refleja la calidad y trazabilidad del novillo nacional, aunque también la falta de previsibilidad en materia impositiva. Si se lograra una aplicación plena de la suspensión de los derechos de exportación, la brecha podría achicarse.
En Uruguay, el novillo tipo exportación cotiza a USD 5,38, siete centavos menos que la semana anterior. Es la segunda baja consecutiva tras casi un año de aumentos sostenidos. La faena llegó a 50 mil cabezas, con una suba semanal del 12% y un nivel 20% mayor al promedio de las últimas diez semanas. El levantamiento del conflicto gremial en el puerto, que había demorado los embarques y afectado la carne enfriada, promete normalizar la operatoria y mejorar los registros exportadores.
Por su parte, en Paraguay, el novillo apto UE se paga USD 4,55, cinco centavos menos que en la semana previa. El mercado muestra poca oferta y baja actividad industrial, con muchas plantas operando por debajo del 50% de su capacidad. La escasez de hacienda y los precios dispares entre compradores reflejan una etapa de transición, con negocios puntuales hacia destinos premium.

Precios del novillo en el Mercosur – Semana terminada el 31 de octubre de 2025
| País / Categoría | Precio (USD/kg carcasa) | Observaciones |
|---|---|---|
| Argentina | 4,57 | Con retenciones vigentes. |
| Argentina (sin baja temporaria de derechos) | 4,36 | En los pocos casos con exención temporal de retenciones. |
| Brasil | 3,90 | Mayor valor desde diciembre 2024; real apreciado. |
| Paraguay (novillo apto UE) | 4,55 | Mercado con baja actividad industrial. |
| Uruguay | 5,38 | Segunda baja consecutiva tras un año de subas. |
Fuente: Datos de mercado para Argentina y Paraguay; CEPEA/ESALQ para Brasil y ACG para Uruguay.
En conjunto, el precio argentino supera en un 6% al promedio ponderado del Mercosur, mientras la brecha máxima entre países del bloque se ubica en 38%, cuatro puntos menos que la semana pasada. A nivel global, los valores de referencia se mantienen firmes: Estados Unidos cotiza a USD 8,15/kg, tras una leve baja de siete centavos, y la Unión Europea llega a USD 8,53/kg, con una mejora de dos centavos. Ambos continúan mostrando una demanda sólida por carne de calidad, lo que sostiene las expectativas de los exportadores del Cono Sur.
El informe del Novillo Mercosur vuelve a poner sobre la mesa la competitividad del bloque y las asimetrías internas. Mientras Brasil avanza con un tipo de cambio favorable y un marco estable, Uruguay corrige tras un largo ciclo alcista, y Paraguay ajusta en medio de un parate industrial. La Argentina, pese a su contexto económico complejo, sostiene precios firmes en dólares y conserva su posicionamiento premium en los mercados internacionales. El desafío, una vez más, será mantener la competitividad sin perder trazabilidad ni valor agregado, entendiendo que el tablero global se mueve rápido y no espera a nadie.

