De la medicina a la agroindustria; la historia de Agrofeed19 y su apuesta por la expansión del campo argentino en el mundo

Francisco Calvet es médico y empresario agroindustrial. Nos abre las puertas de Agrofeed19, una empresa familiar santafesina que nace con una fuerte vocación exportadora. Más allá de los números, su mirada está puesta en un modelo productivo sustentable, con foco en la alimentación sana, la eficiencia y el respeto por los recursos naturales. Un testimonio donde la salud y el agro se encuentran.
Una historia que empieza en casa… y en la sala de guardia
Agrofeed19 no nació en una planta industrial, sino en una historia familiar profundamente marcada por la vocación. “Mi hermano y yo somos médicos. Nuestro padre tenía un acopio de cereal, y desde ahí nos fuimos acercando al agro”, cuenta Francisco Calvet, uno de los fundadores. La planta está ubicada en el km 13,5 de la Autovía Nacional 19, cerca de San Agustín, en el departamento Las Colonias, Santa Fe.
Fabrican y exportan alimentos balanceados (no pet) y cuenta con procesos automatizados, habilitación de SENASA, software homologado por INTI, balanza propia y aduana en planta.
Aunque puede parecer extraño que dos médicos se conviertan en empresarios agroindustriales, Francisco lo explica con simpleza: “Cuando estás en medicina entendés rápido la importancia de lo que comemos. Y eso se traslada al modo en que producimos”.
ADN exportador desde el primer día
Desde sus orígenes, Agrofeed19 fue concebida con una visión clara: exportar. En junio de 2024, la empresa obtuvo su matrícula como exportadora de cereales y derivados granarios, y ya al mes siguiente comenzaron los embarques.
“Diseñamos todo para exportar: automatización de procesos, aduana en planta, certificaciones. Hicimos lo que teníamos que hacer para que el producto salga de origen con garantías”, explica Francisco. Hoy exportan a Asia y Europa, mercados cada vez más exigentes y atentos al origen de los alimentos.
Crecimiento exportador y ventajas logísticas
En el 2024, cerraron con 6 mil toneladas en su primer año de exportación. Este año las expectativas, indican que alcanzarán más de 10 mil toneladas exportadas y con contratos para el 2026, algunos en Europa y otros en Centroamérica.
“Poseemos campos, algunos los tenemos alquilados, los trabajamos muy poco porque nos abocamos más a la comercialización; a la compra de granos, procesamiento y su posterior exportación”, afirma Calvet.
La fábrica produce hasta 3000 toneladas por mes, con maquinaria moderna que permite configurar la mercadería en base a la necesidad del cliente.
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Agrofeed se encuentra en un hub logístico a 100 km del puerto de Rosario, con salida internacional a muchos puntos y grandes conexiones navieras.
La cercanía con la Terminal Puerto Rosario es una gran ventaja, ya que es una terminal con amplio desarrollo en la logística de contenedores y que está sumando nuevas navieras.
“Hoy Mercosur atraviesa un momento muy relevante con estos acuerdos con la EFTA, Unión Europea y Emiratos Árabes Unidos. Hay una oportunidad muy grande de potenciar tanto el campo argentino, como mejorar la logística, el procesamiento de granos y la salida del puerto tecnificando y haciendo que sea todo más eficiente y veloz”.
Una empresa familiar que articula con el Estado y el mundo
Francisco no oculta que ser una empresa familiar en la agroindustria argentina tiene matices. “En el contexto mundial es muy positivo; hay demanda real. Pero a nivel nacional, muchas veces el país va acomodándose a las políticas que necesitamos los industriales… y no siempre están”, admite.
En ese sentido, el ecosistema santafesino ha sido clave. “El gobierno provincial desarrolló un plan productivo concreto, y eso se notó en el Santa Fe Business Forum. Fue un espacio donde vimos reflejada esa estrategia y pudimos mostrarle al mundo lo que hacemos”.
La empresa participó del evento donde confluyeron industrias, diplomáticos y compradores internacionales. “Fue una oportunidad increíble. Pudimos conversar con personas clave de temas muy interesantes y accionables. Nos dimos cuenta de cuánto se valora el producto argentino cuando está bien hecho”, destaca Francisco.
Este espacio también les permitió proyectar nuevos negocios: “Muchos ven la exportación como algo lejano, pero con un Estado presente y herramientas provinciales, es posible”.
Para quienes inician el camino exportador, reconoce que el comienzo puede ser complejo: “Conseguir certificaciones internacionales no es fácil. Pero en Santa Fe, una vez que estás encaminado, el Ministerio de Producción, la Aduana y la Secretaría de Comercio están muy presentes. Se ha generado una dinámica que facilita las cosas y hace que el proceso no sea tan cuesta arriba”.
Un empresario con mirada humanista
Más allá del negocio, Francisco destaca algo que aprendió en la medicina: “La gente quiere vivir bien, y quiere vivir más. Hoy hay personas de 70 u 80 años haciendo triatlón. Y empiezan por cuidar lo que comen”.
Esa conciencia se trasladó a su modelo productivo. Agrofeed19 apuesta a alimentos balanceados libres de fitosanitarios, con fórmulas específicas para cada etapa de vida animal. “El mundo ya no quiere productos con químicos o soja de zonas deforestadas. Y eso también es salud”, afirma.
Sustentabilidad y alianzas para crecer
La sustentabilidad no es un slogan en Agrofeed19: “El mundo ya no perdona el uso excesivo de recursos. Por eso hay prácticas que te indican que hay que producir en horarios estratégicos por el costo energético, capacitamos al personal y buscamos alianzas con países que compartan esta visión”.
Además, Francisco subraya: “A veces no es económica la alianza, necesitas una persona que esté arriba tuyo para que crezcas más. Esto en exportación se ve mucho”.
Y como colofón, sigue rompiendo mitos acerca de que la incorporación de tecnología no es reemplazar personas: “Una máquina bien usada te permite jugar en las grandes ligas con tu gente. Perfeccionás procesos, pero también a tus empleados. Colabora con la sociedad y hacés que la gente trabaje más contenta. Hoy si no incorporás eficiencia estás perdido”.
Además, comenzaron a aplicar inteligencia artificial para agilizar cotizaciones y mejorar la experiencia de sus clientes internacionales. “Ya está instaurada, no podemos ignorarla. Decidimos adoptarla o íbamos a chocar contra la pared”, comenta.
Una visión optimista del agro argentino
Pese a los vaivenes políticos, Francisco cree en el potencial del país: “Argentina tiene recursos naturales buscados en todo el mundo. Sólo hay que cuidarlos y producir con inteligencia. La demanda está”.
Confía en que tratados como el acuerdo con la EFTA y otros procesos de integración internacional puedan abrir caminos que hasta hoy no estaban tan priorizados en la agenda política. “La clave está en profesionalizarse, aprovechar las herramientas disponibles y no dejar de apostar”.
Competitividad con estrategia e integridad
La historia de Francisco y Agrofeed19 revela algo más profundo que el simple éxito de una empresa familiar: pone en evidencia lo valioso que puede ser para el agro argentino contar con empresarios con una visión integral, sensible y estratégica a la vez. La mirada de Francisco trasciende los márgenes del campo y la industria: combina salud, eficiencia productiva, sustentabilidad y, sobre todo, una fe inquebrantable en el potencial de la Argentina.
Su optimismo no es ingenuo, sino informado. Sabe que los mercados internacionales son exigentes, pero también reconoce que cuando hay políticas públicas que simplifican y acompañan, la exportación deja de ser una utopía y se convierte en motor real de competitividad.
En tiempos donde los vaivenes políticos suelen marcar el ritmo de la economía, ejemplos como el de Agrofeed19 demuestran que una visión clara, un modelo profesionalizado y el compromiso con valores sostenibles pueden abrir oportunidades concretas. Y es ahí donde se juega el futuro del agro argentino: no solo en los precios internacionales o en las lluvias, sino en cómo se piensa y se gestiona la producción que se exporta al mundo.