- Exigen un plan de acción para atender las emergencias y asistir a los vecinos que permanecen varados.
- Cientos de miles de hectáreas bajo agua y obras que no se reactivaron.
Primero fue en 9 de julio, más tarde en Carlos Casares. La ruta nacional 5 fue testigo en los últimos días de la desazón e indignación de los productores agropecuarios y los habitantes de zonas rurales de esos partidos bonaerenses gravemente afectados por las inundaciones y por la falta de soluciones por parte del Estado.

El fin de semana, en coincidencia con el Día Nacional de los Caminos, en Carlos Casares se realizó un multitudinario tractorazo que fue desde la rotonda en ruta 5 hasta la plaza frente al palacio Municipal para protestar contra Daniel Stadnik, el intendente de la la localidad bonaerense, ligado al kirchnerismo.
Se trata de una de las zonas más afectadas por los excesos hídricos que viene habiendo desde marzo, se estima que unas 110.000 hectáreas están bajo agua en ese partido donde el mantenimiento de los caminos rurales siempre fue motivo de conflicto.
La productora tambera y reciente candidata a diputada provincial Andrea Passerini compartió en la red social x unas impactantes imágenes de lo desbordados que se encuentran los caminos por los que su empresa debe sacar la leche producida y por donde los niños deben llegar todos los días a la escuela en la localidad de Algarrobos.
“Menos discursos, más caminos. Queremos transitar, no nadar”, era el mensaje de los manifestantes, convencidos de que a la suerte climática se suma una importante dosis de irresponsabilidad política, ya que la falta de infraestructura y mantenimiento agrava la situación.
Es por eso que una carta firmada por más de 550 personas fue entregada al intendente de Casares, con el título: “No es exceso de lluvia, es exceso de abandono”. En dicho documento los productores advierten que «la situación actual afecta la vida, salud, integridad y dignidad de las personas de la zona rural de Carlos Casares”.
Luego agregaron: «Usted sabe lo que se necesita y sabe lo que no se hizo. La situación se agravó por inacción. No hay más margen para ‘reuniones’ sin plan. Plan, plazos, obras, controles y resultados. No más palabras: acciones, porque no es exceso de lluvia, es exceso de abandono”.

Los manifestantes reclaman la “activación inmediata de Defensa Civil y la conformación de un Comité de Crisis con un protocolo público”, con el objetivo de atender las emergencias y asistir a los vecinos que permanecen varados, una tarea que, advierten, supera las posibilidades de la patrulla rural y de la policía vial.
Asimismo, solicitan que se avance con trabajos planificados y obras hidráulicas adecuadas, respaldadas por criterios técnicos y prioridades auditables, dentro de un plan de acción integral.
La situación de 9 de Julio y Carlos Casares se da en el contexto de un año con excesos de lluvias y un déficit en la infraestructura de drenaje de esa región, agravado por la suspensión de las obras de drenaje del Río Salado, más hacia el este.
Hace pocas semanas, el Gobierno nacional anunció la reactivación de las obras, pero según informó el productor agropecuario Ignacio Iturriaga, con campos sobre la cuenca del Salado, de cuatro empresas contratistas involucradas, solo una retomó las tareas.