La SRA presentó al Gobierno un paquete de cambios para modernizar la Ley de Trabajo Agrario y advirtió que excluir al sector sería «una oportunidad perdida».
En medio del debate por la Ley de Modernización Laboral que el Gobierno enviará al Congreso, la Sociedad Rural Argentina (SRA) levantó un documento con seis propuestas para que el sector agropecuario sea contemplado dentro de la reforma. La entidad sostiene que el campo » no debe quedar afuera » y que dejar al agro sin un capítulo propio implicaría «una propuesta incompleta» para una economía que depende en gran parte de su producción primaria.
El planteo se presentó tras los anuncios del jefe de Gabinete, Manuel Adorni , quien confirmó que el proyecto oficial incluyó cambios en el régimen rural. Desde la SRA remarcan que ya participó de mesas técnicas con funcionarios y legisladores, y aseguran que sus aportes fueron «bien recibidos» y podrían ser incorporados en el texto final que se discutirá en sesiones extraordinarias .
La entidad insiste en que el país necesita «una reforma laboral moderna, equilibrada y adaptada a la realidad productiva», y que aplicar reglas diseñadas para un esquema urbano a un sector marcado por la estacionalidad , los ciclos climáticos y la diversidad geográfica genera distorsiones que terminan alimentando la informalidad y encareciendo los costos de contratación.
Entre los puntos centrales del documento, la SRA propone eliminar la responsabilidad solidaria entre el dueño de la tierra y el arrendatario, eliminar la figura del trabajador permanente discontinuo , incorporar un período de prueba de ocho meses , avanzar hacia una negociación salarial bilateral entre el sindicato y la Mesa de Enlace sin intervención estatal, crear un Fondo de Asistencia Laboral (FAL) para financiar indemnizaciones y actualizar de forma «razonable» los créditos laborales , para evitar fallos judiciales considerados excesivos.
Según la Rural, estas modificaciones permitirían reducir la informalidad, dar mayor previsibilidad a los productores y atraer inversiones en actividades altamente estacionales. En la conducción sostienen que » mantener normas desvinculadas del agro podría impulsar la informalidad y frenar el empleo rural», por lo que piden que el campo sea incorporado de manera integral al proyecto.
Mientras el oficialismo pule los detalles de la reforma y la discusión se calienta en el Congreso, la SRA avisa que continuará siguiendo de cerca el debate porque, según remarcan, «el agro no es marginal: es motor de la economía y necesita un marco laboral acorde a su realidad».

