Exportaciones agroindustriales: el campo cerró once meses con un salto de casi US$ 3.800 millones

La agroindustria argentina consolidó su recuperación en 2025 y mostró un fuerte crecimiento de las exportaciones. Entre enero y noviembre, el sector generó US$ 46.456 millones, con una suba interanual del 8,8%, según datos del Consejo Agroindustrial Argentino.

El agro argentino volvió a mostrar músculo exportador en 2025. De acuerdo con el último informe del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), entre enero y noviembre la agroindustria colocó en el exterior productos por US$ 46.456 millones, lo que implicó US$ 3.763 millones más que en igual período de 2024. En términos porcentuales, el crecimiento fue del 8,8%, consolidando una clara recuperación del sector.

El relevamiento mensual de la entidad destacó que noviembre fue clave para el desempeño del año. Solo en ese mes, el ingreso de divisas alcanzó los US$ 4.614 millones, lo que representó un salto del 24,3% interanual, con US$ 901 millones adicionales frente a noviembre del año pasado.

El impulso llegó principalmente de la mano de los complejos de soja, carne y cuero vacuno, y girasol, que se consolidaron como los pilares de la mejora. A la vez, el informe subrayó el crecimiento relativo de sectores como legumbres y arroz, que continúan ganando protagonismo dentro de la canasta exportadora. En contrapartida, los complejos de maíz y cebada mostraron una desaceleración, que compensó parcialmente el avance general.

En el detalle por complejos, la soja volvió a liderar con holgura: generó US$ 19.393,4 millones, explicando el 41,7% del total exportado por la agroindustria en los once meses analizados. El maíz aportó US$ 6.243,8 millones, con una participación del 13,4%.

Más atrás se ubicaron las exportaciones de carne y cuero vacuno, que alcanzaron los US$ 3.881,2 millones y representaron el 8,4% del total. El trigo sumó US$ 2.834,8 millones (6,1%), mientras que el girasol generó US$ 2.019,1 millones, equivalente al 4,3%.

Otros complejos también aportaron divisas relevantes: el sector pesquero ingresó US$ 1.902,2 millones (4,1%), la cadena bovino-láctea US$ 1.291,4 millones (2,8%), el maní US$ 1.127,8 millones (2,4%) y la cebada US$ 931,8 millones, con el 2% del total.

Más allá de los números positivos, desde el CAA advirtieron sobre señales de alerta en materia de competitividad. El informe señaló que el Tipo de Cambio Real Multilateral cayó 3% en noviembre y quedó 7% por debajo del promedio de 2024. «Este factor, sumado a la volatilidad de los precios internacionales, refuerza la necesidad de avanzar en políticas que reduzcan la carga impositiva y los costos logísticos«, remarcaron.

De cara a lo que viene, el presidente del CAA, Gustavo Idígoras, se mostró optimista. Anticipó que diciembre también mostraría crecimiento interanual, cerrando un año que podría ubicarse entre los mejores desempeños de la última década, tanto en valores como en volúmenes exportados.

«Para 2026 se vislumbra un escenario de mayor estabilidad macroeconómica, un factor clave para la competitividad exportadora, donde la inflación y el tipo de cambio juegan un rol determinante», sostuvo Idígoras. Además, destacó la posible entrada en vigencia de acuerdos comerciales estratégicos, como el Mercosur-Unión Europea, y los convenios con Emiratos Árabes Unidos y la EFTA, que podrían apalancar un nuevo salto exportador.

El titular del CAA también puso el foco en la agenda interna: una eventual ley de inversiones (RIMI) y una nueva ley de biocombustibles aparecen como herramientas clave para reactivar inversiones y ampliar el agregado de valor en las cadenas agroindustriales.

Con un 2025 que cierra en alza, el mensaje del sector es claro: el agro volvió a empujar fuerte las exportaciones, pero para sostener el ritmo hará falta competitividad, previsibilidad y reglas claras.

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