El trigo marcará una producción histórica en el país y en Córdoba, con rindes inéditos y fuerte impulso económico, aun en un contexto de precios internacionales deprimidos.
La campaña 2025/26 de trigo se encamina a ser la mejor de la historia argentina, con una producción que se ubicaría entre 24,7 y 25,5 millones de toneladas, según estimaciones oficiales y de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. El salto productivo, que representa un 33% más que el ciclo anterior, se da además en un contexto global abundante, con precios internacionales relativamente bajos debido a una cosecha mundial récord de 829 millones de toneladas, según el USDA.
La foto nacional muestra un crecimiento sostenido: en los últimos cuatro ciclos, el trigo no dejó de expandirse. Al inicio de diciembre ya se había trillado el 47% del área, avanzando en línea con el promedio histórico. Pero más allá del volumen, el desafío pasa por los valores: el precio de exportación para diciembre 2025 se ubica en USD 177/Tn, unos USD 15 menos que el año pasado y el nivel más bajo a cosecha en cinco años. En el plano FOB, Argentina también aparece por debajo de Estados Unidos y Francia, comercializando a USD 208/Tn, lo que permite ganar competitividad y compensar en parte los elevados costos logísticos y las diferencias de calidad frente a otros oferentes globales.

Con semejante volumen disponible, las exportaciones argentinas también romperían marcas en 2026, llegando a 15,5 millones de toneladas y generando USD 3.100 millones, unos mil millones más que el promedio anual de la última década, aunque todavía lejos de los máximos históricos debido a la debilidad de las cotizaciones. La molienda nacional también acompañaría la tendencia ascendente y alcanzaría su mayor nivel registrado con 7 millones de toneladas industrializadas.
En la provincia de Córdoba, el panorama es aún más extraordinario: se proyecta una producción récord de 6,2 millones de toneladas, un 133% por encima del promedio, con 1,8 millones de hectáreas sembradas y un rendimiento inédito de 37,4 qq/ha. El cereal se mantuvo en condiciones entre excelentes y muy buenas durante toda la campaña, lo que explica la magnitud del salto productivo.

Ese impulso se refleja de lleno en el Valor Bruto de la Producción (VBP) cordobés, que alcanzaría USD 1.320 millones, el más alto de la serie, 60% más que el ciclo previo y USD 660 millones por encima del promedio. También se estima para los productores un Ingreso Bruto (IBP) de USD 1.080 millones, 55% superior al año anterior, incluso con precios deprimidos. La inversión provincial en el cereal rondó los USD 500 millones, confirmando el esfuerzo del sector.

La industrialización acompañará la tendencia: Córdoba trilla en promedio 1,3 millones de toneladas por campaña, pero en 2025/26 la molienda quedará ampliamente cubierta por el volumen cosechado. Para el ciclo 2024/25, ya se había molido casi la totalidad del volumen estimado (1,2 millones de toneladas) antes de terminar el año comercial.

El análisis de márgenes muestra diferencias importantes según la proteína del grano, un factor que puede variar con campañas húmedas y de rindes elevados. En los casos con proteína superior al 11%, el precio puede superar los USD 178/Tn por bonificaciones. Pero cuando cae a niveles de 10%, 8,6% o incluso 7%, las rebajas pueden llevar el valor hasta USD 135/Tn, afectando los ingresos y la calidad panadera. Aun así, con los rindes excepcionales de esta campaña, la mayoría de los escenarios presentan márgenes brutos positivos, excepto el de peor calidad, donde el descuento es más significativo.

En paralelo, el Gobierno anunció una reducción de los derechos de exportación, que en el caso del trigo bajarán del 9,5% al 7,5%, lo que permitirá recuperar parte del ingreso perdido por la caída de precios internacionales. El recorte de retenciones aparece como un incentivo clave para una campaña que ya es extraordinaria en números, pero que necesita mejorar su ecuación económica para consolidar el impulso productivo.

Con una cosecha histórica, márgenes que se defienden gracias a los rindes y un alivio impositivo que suma competitividad, el trigo argentino ingresa a una campaña récord que redefine el mapa cerealero nacional y coloca al país en un lugar de protagonismo dentro del mercado global.



