El comportamiento del mercado internacional en los próximos meses será determinante para abrir esquemas de cobertura y mejorar la comercialización del grano en uno de los principales estados maiceros de México.
Los productores de maíz de Sinaloa encaran el cierre del actual ciclo agrícola con la expectativa puesta en 2026, confiando en que un repunte de los precios internacionales permita mejorar las condiciones de comercialización del grano y brindar mayor certidumbre a la actividad.
Según explicó Miguel Ángel López Miranda, presidente de la Confederación Nacional Campesina (CNC) en Sinaloa, el comportamiento estacional del mercado suele jugar a favor del productor en los primeros meses del año. «Entre la segunda quincena de diciembre, enero y la primera parte de febrero normalmente se registra un ajuste al alza en los precios internacionales del maíz«, señaló.
Este patrón, indicó, abre una ventana de oportunidad para avanzar en esquemas de cobertura y contratos, en coordinación con bodegas e industria, que permitan capturar un mejor precio respecto al observado durante gran parte del ciclo agrícola.
Mercado internacional y coberturas
Si bien el dirigente reconoció que las cotizaciones actuales se mantienen acotadas, sostuvo que existe confianza en una mejora gradual que habilite herramientas de gestión de riesgo. «Cuando el mercado acompaña, podemos buscar esquemas de cobertura que ayuden a reducir la incertidumbre y a ordenar la comercialización», explicó.
En un contexto de altos costos de producción y dificultades de financiamiento, contar con precios más firmes resulta clave para los productores que lograron establecer y sostener sus cultivos durante la campaña.
El rol del Estado y la industria
López Miranda subrayó que, además del desempeño del mercado internacional, será fundamental la participación del gobierno federal para construir un esquema de apoyo que complemente el precio. «El objetivo es conformar un valor donde participen la industria, el gobierno y el productor, y donde el mercado internacional aporte lo necesario para que el precio final sea rentable», afirmó.
Desde la CNC consideran que este enfoque tripartito permitiría equilibrar las cuentas del productor, especialmente en regiones donde el costo por hectárea sigue en niveles elevados, presionando la rentabilidad del maíz.
El desempeño de los precios en los primeros meses de 2026 será determinante para el cierre comercial del ciclo agrícola, en un escenario donde el productor necesita señales claras para planificar la próxima siembra. Un repunte del maíz no solo impactaría en mejores esquemas de venta, sino también en mayor previsibilidad para el financiamiento y la inversión en tecnología.
Para el campo sinaloense, el precio del maíz vuelve a colocarse en el centro del debate: un mejor valor podría marcar la diferencia entre sostener la actividad o profundizar las dificultades del sector.