El Juzgado de Reconquista ordenó que el 30 de diciembre finalice la gestión judicial sobre Vicentin. Tras la homologación del salvataje, Grassi SA asumirá plenamente la conducción de una de las empresas más emblemáticas del agro argentino.
La Justicia santafesina dio un paso decisivo en el largo y complejo proceso concursal de Vicentin. Mediante una resolución judicial, se dispuso el fin de la intervención societaria que regía desde abril de este año y se estableció que, a partir del 30 de diciembre, la empresa quedará nuevamente bajo el control pleno de su directorio, ahora en manos de los nuevos accionistas.
La decisión fue adoptada por el Juzgado Civil y Comercial de Reconquista, a cargo del juez Fabián Lorenzini, y se enmarca en el avance del proceso de salvataje judicial que culminó con la homologación de la propuesta concordataria presentada por Grassi SA, formalizada el pasado 18 de diciembre.
Según señaló el magistrado, el camino recorrido permite restituir a Vicentin sus órganos naturales de administración y avanzar hacia una salida definitiva de la crisis de insolvencia que la compañía arrastra desde hace años. En ese sentido, Lorenzini remarcó que el objetivo es favorecer una «normalidad empresaria largamente postergada».
La intervención judicial había sido dispuesta el 22 de abril de 2025, en un contexto crítico: plantas paralizadas, salarios impagos y deudas posconcursales acumuladas ponían en riesgo la continuidad de la firma. Para evitar la liquidación, el juzgado designó como interventores al contador Andrés Shocron y al abogado Guillermo Nudemberg, quienes quedaron a cargo de la administración transitoria.
Durante ese período, los interventores se enfocaron en regularizar el pago de salarios, cumplir con aportes sociales, atender deudas posconcursales y coordinar tareas mínimas de mantenimiento para sostener la operatoria de las plantas industriales y la terminal portuaria. La posterior renuncia de los directores desplazados derivó en una acefalía total del órgano de administración, lo que obligó a prorrogar la intervención.
En paralelo, los síndicos societarios impulsaron una asamblea de accionistas que culminó, el 27 de octubre de 2025, con la designación de un nuevo directorio. En esa instancia se nombró a Mario Pietropaolo como presidente, Carlos Barrilis como vicepresidente, Gonzalo Strada como director titular y Pablo Bressán como director suplente.
Sin embargo, tras la homologación del cramdown, será el directorio designado por Grassi SA, firma que se quedó con el paquete accionario, el que asuma efectivamente la conducción. El propio Mariano Grassi anticipó que se proyecta como presidente de la denominada «Nueva Vicentin», según declaró a medios de Reconquista.
Si bien la intervención judicial concluye formalmente el 30 de diciembre, la resolución prevé una etapa de transición y control. Shocron y Nudemberg continuarán hasta el 31 de marzo de 2026 en un rol de veedores y consultores técnicos, con facultades de información y supervisión sobre la ejecución del acuerdo aprobado, pero sin funciones de administración ni representación de la empresa.
El fallo deja en claro que, desde el cierre del año, todas las decisiones vinculadas al manejo de fondos, la continuidad del negocio y las operaciones comerciales e industriales quedarán bajo exclusiva competencia del directorio, de acuerdo con la Ley General de Sociedades y el estatuto vigente.
De este modo, Vicentin inicia una nueva etapa tras años de incertidumbre judicial, financiera y política. Aunque el proceso concursal continuará bajo seguimiento, el fin de la intervención marca un punto de inflexión para una compañía clave del complejo agroindustrial argentino, que busca dejar atrás la crisis y recuperar previsibilidad en su funcionamiento.