Tras la sanción del Presupuesto 2026 en el Senado, entidades del agro valoraron que la Argentina vuelva a contar con la Ley de leyes, destacaron la previsibilidad que genera para la producción y coincidieron en que se trata de un avance en la calidad institucional.
Luego de un extenso y tenso debate, el Senado aprobó el Presupuesto 2026 con 46 votos afirmativos, 25 negativos y una abstención, lo que significó un triunfo legislativo clave para el Gobierno de Javier Milei de cara al próximo año. La sanción fue celebrada por distintas entidades del agro, que venían reclamando previsibilidad tras varios ejercicios sin presupuesto aprobado por el Congreso.
El propio Presidente calificó la jornada como un «hito histórico», al remarcar que se trata de un presupuesto con déficit cero. «Se terminó la estafa de la política a los argentinos de bien», sostuvo en declaraciones radiales. Además, Milei destacó la aprobación de la Ley de Inocencia Fiscal, que también tuvo aval del Senado, y la definió como una de las normas «más importantes de los últimos 100 años» por restaurar el principio de inocencia en materia impositiva.
Según lo informado oficialmente, el Presupuesto 2026 prevé gastos totales por $148 billones, un superávit primario del 1,2% del PBI, una inflación anual proyectada del 10,1%, un tipo de cambio de $1.423 para diciembre de 2026 y un crecimiento económico del 5%. Desde el oficialismo remarcaron que estos números buscan ordenar las cuentas públicas y recuperar la confianza interna y externa.
En esa línea, el senador Ezequiel Atauche, presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda y miembro informante del proyecto por La Libertad Avanza, subrayó que «en los últimos 13 años no se había podido cumplir un presupuesto con déficit cero» y sostuvo que este paso es clave para dejar atrás un Estado «sobredimensionado» y una inflación «insostenible«.
El Presupuesto contó con el acompañamiento de bloques como el PRO y la UCR, mientras que desde el Partido Justicialista se cuestionó el tratamiento acelerado del proyecto. El senador José Mayans rechazó la iniciativa al considerar que se trató de un debate «exprés» y advirtió que se estaba votando un presupuesto «desactualizado» frente al actual contexto cambiario y monetario.
Más allá de la discusión política, el sector agropecuario puso el foco en la importancia institucional de la sanción. Desde la Sociedad Rural Argentina (SRA) señalaron que «valoran la aprobación del Presupuesto 2026, considerando que la ausencia del mismo en los años anteriores generó gran incertidumbre«.
«A partir de la sanción, consideramos que se eleva la calidad institucional y se genera un marco claro para debatir prioridades de política pública y productiva«, afirmaron desde la entidad que conduce Nicolás Pino. En ese sentido, remarcaron que seguirán impulsando una mayor inversión en obra pública e infraestructura, además de avanzar en la reducción de la carga impositiva que enfrenta el sector productivo.
Desde Coninagro, su presidente Lucas Magnano sostuvo que la aprobación del Presupuesto implica que «el Gobierno consigue apoyo político e institucionalidad para poder continuar con su plan económico«. Además, consideró que este contexto abre una ventana para avanzar en financiamiento y políticas para el campo que aporten previsibilidad de cara a las próximas campañas.
En un escenario donde el agro reclama reglas claras, estabilidad macroeconómica y señales de largo plazo, la sanción del Presupuesto 2026 fue leída como un punto de partida. Si bien persisten debates de fondo -como la presión impositiva y la inversión en infraestructura-, las entidades coincidieron en que volver a contar con la Ley de leyes es un paso necesario para ordenar expectativas y planificar la producción en un año que se anticipa clave para la economía argentina.