La baja de retenciones busca acelerar ventas, pero el atraso en la comercialización de soja y maíz enciende dudas sobre si se logrará completar el programa exportador en los meses de mayor tensión cambiaria

El Gobierno nacional mira de reojo el calendario. Con el verano a la vuelta de la esquina, y con él la clásica caída en la liquidación de divisas y el aumento de la demanda por turismo, todas las fichas están puestas en los dólares del agro. Pero el análisis fino del programa exportador de soja y maíz revela que aún hay terreno por recuperar y que el mercado muestra señales de preocupación.

























