En un contexto de fuerte déficit hídrico, la Red de Manejo de Plagas de Aapresid comparte una publicación con todas las recomendaciones. Un resumen en esta nota.
En este contexto de sequía extrema, la Red de Manejo de Plagas de Aapresid advierte sobre el aumento en los riesgos de fitotoxicidad en cultivos próximos a sembrarse por restos de herbicidas residuales presentes en el suelo.
En esa línea, la REM comparte su Informe Herbicidas en el suelo en Sistemas de Siembra Directa. El mismo contiene información técnica básica sobre el comportamiento de los herbicidas en el suelo y las cuestiones a tener en cuenta para su correcto uso, de forma de maximizar la eficiencia de control y reducir los riesgos de fitotoxicidad o carry over.
Los herbicidas residuales son aquellos cuyos residuos permanecen activos en el suelo durante un tiempo. La mayoría se aplican al mismo antes de la emergencia de las malezas, recibiendo el nombre de ‘pre-emergentes’. Sus características son: son absorbidos por raíz y/o coleóptilo e hipocótilo de la maleza, actúan sobre malezas en germinación, necesitan agua para su activación, su solubilidad en el suelo es variable, algunos tienen actividad foliar y, por tanto, pueden controlar plantas emergidas en sus primeros estadios, como Flumioxazin o Sulfonilureas.
Carryover: ¿qué es y por qué es más riesgoso en sequía?
El carryover es el efecto residual de los herbicidas en el suelo sobre cultivos sensibles subsiguientes a su aplicación. “Si bien existen factores del suelo, del herbicida, y condiciones ambientales que lo regulan, el contenido de humedad del suelo unido a la ocurrencia de lluvias, se destacan entre los principales”, explica el especialista Francisco Bedmar.
El agua afecta la actividad microbiana y bioquímica del suelo, y por tanto la degradación de los herbicidas, así como también regula la retención de los herbicidas a los coloides del suelo y por tanto su disponibilidad para ser absorbidos, degradados y lixiviados.
Aspectos que determinan el riesgo de carryover
El periodo de carryover es el tiempo que un herbicida permanece en el suelo a concentraciones fitotóxicas para los cultivos. Se estima como el número de días desde la aplicación del herbicida (DDA) necesario para que el cultivo a sembrar alcance el mismo crecimiento o rendimiento que tendría sin aplicación del mismo.
Bedmar explica que hay cuestiones prácticas a tener en cuenta y que determinan mayor o menor riesgo de carryover. “La tolerancia del cultivo a sembrar es una de ellas, así como el momento de aplicación, a fin de establecer cuáles fueron las condiciones climáticas (lluvias acumuladas y temperaturas) entre la aplicación y la siembra y cotejar esta información con las recomendaciones del marbetes y/o manuales de los herbicidas”.
Aspectos del herbicida
Existen aspectos del herbicida que afectan su comportamiento y expresión. Uno de ellos es el coeficiente de absorción (Koc) indica el grado de retención del herbicida en el suelo: cuanto menor es el valor, menor la retención, y por tanto, mayor el riesgo de carryover.
Otro es la residualidad de un herbicida es el tiempo que permanece en el suelo a concentraciones con efecto agronómico y/o ambiental. Esto determina la ventana de control de malezas, pero también efectos posteriores de toxicidad sobre cultivos (carryover) y de contaminación del agua subterránea.
La persistencia o residualidad química se estima a través de la vida media que es “el tiempo que tarda en degradarse la mitad de la cantidad inicial de herbicida aplicado”. A mayor vida media mayor persistencia en el suelo y, por tanto, más riesgo de carryover. Es el caso de herbicidas de alta residualidad (+ de 100 días) como Sulfentrazone o Biciclopirona.
Aspectos del suelo
Hay propiedades del suelo que regulan el comportamiento de los residuales: humedad, contenido de materia orgánica, textura y pH. El informe de la REM brinda un detalle del riesgo de carryover que muestran los herbicidas según su tipo de ionización frente a distintas condiciones de suelo.
Para todos los tipos de residuales, los mayores riesgos de carryover, se asocian, con aplicaciones en suelos con baja humedad (<40-50% de capacidad de campo), bajo contenido de materia orgánica (<2%) y elevado contenido de arena (>60-70%). El pH del suelo posee gran importancia solo en el caso de los herbicidas iónicos, incrementándose los riesgos cuando se aplican en suelos con pH cercanos o superiores a 7.
Otro fenómeno común en años secos: el stacking
La misma publicación de la REM explica otro fenómeno frecuente bajo contextos de sequía como el actual: el “stacking”, producto de la aplicación repetida de herbicidas residuales o con similar modo de acción produce acumulación de residuos. Este fenómeno es más probable con herbicidas ALS, periodos de déficit hídrico, suelos con baja MO, alto contenido de arena y/o pH neutro o básico.
Este apilamiento puede incrementar los problemas de persistencia de los herbicidas, resultando en situaciones de fitotoxicidad aditiva (el efecto fitotóxico de dos o más herbicidas es similar a la suma de sus efectos fitotóxicos individuales) o sinérgica (el efecto fitotóxico de dos o más herbicidas es superior a la suma de sus efectos fitotóxicos individuales) sobre los cultivos de la rotación.
¿Cómo reducir el riesgo de carryover?
Algunas recomendaciones de la REM para reducir riesgos:
- Antes de alquilar un campo, recabar información sobre aplicaciones de residuales previas;
- Aplicar las dosis aprobadas y respetar las restricciones sobre rotaciones;
- Tener en cuenta cultivos futuros al momento de planificar la aplicación;
- Tener en cuenta las condiciones climáticas entre la aplicación y la siembra del cultivo posterior;
- Rotar modos de acción para impedir fenómenos de acumulación o stacking;
- Sembrar cultivos tolerantes;
- Realizar bioensayos o análisis químicos.
En cuanto a los bioensayos o análisis químicos, Bedmar explica que son una excelente herramienta de diagnóstico para la toma de decisión. Los primeros, se realizan extrayendo muestras de suelo con y sin herbicida, sobre los que se siembra el cultivo que se plantará a campo. En base a ciertas variables como cloración, biomasa observadas se tomarán las decisiones de siembra. En cuanto al análisis químico, este permite determinar cuál es el herbicida presente en el suelo y en qué concentración se encuentra disponible. Su costo es más elevado.
Fuente: Aapresid