La preocupación más inminente es la calidad de las semillas de soja, que se vio gravemente afectada por las severas condiciones ambientales que debieron soportar los cultivos en gran parte del país y por un período largo de tiempo. Los primeros lotes de soja cosechados manifestaron la presencia de un amplio espectro de defectos entre ellos: semillas verdes, semillas pequeñas, con tegumento rasgado y otras arrugadas/abolladas. Sin duda, cualidades físicas indeseables en cualquier lote de semillas. Sin embargo, un adecuado manejo de estos lotes en las plantas de acondicionamiento permitirá “limpiar” y “mejorar” los lotes para eliminar o reducir al mínimo la presencia de todas estas semillas indeseables a fin de optimizar la calidad de las semillas. Son varias las preguntas que se deben responder, para comprender la magnitud de la crisis de calidad que está enfrentando el sector semillero, con vistas a la próxima campaña de soja. En primera instancia, es necesario conocer las causas de la aparición de semillas verdes, abolladas y pequeñas, así como también el efecto que tienen éstas sobre la calidad del lote de semillas.
Semillas verdes… las protagonistas de esta campaña
La presencia de semillas verdes está íntimamente asociada con la ocurrencia de condiciones ambientales estresantes para el cultivo, caracterizadas por períodos constantes de altas temperaturas, superiores a 32°C, combinadas con déficit hídrico prolongado. En estas condiciones ambientales estresantes, el cultivo sufre un desequilibrio fisiológico que afecta el proceso natural de degradación de la clorofila en las semillas. Cuanto mayor es la intensidad y la duración del estrés ambiental, más grave será el desequilibrio fisiológico. Además de la ocurrencia de las mencionadas condiciones ambientales estresantes, también es importante conocer el momento en que se produce dicho estrés. Según cuál sea la etapa de desarrollo en que se encuentre el cultivo al momento del estrés, tendrá mayor o menor magnitud el fenómeno de semillas verdes. Cuando el estrés ambiental ocurre durante el estadio R6, la presencia de semillas verdes será mayor ya que es un estadio muy susceptible. En ese momento del cultivo, las semillas se caracterizan por tener un contenido de humedad cercano al 60%, con una coloración verde uniforme en toda su estructura. Esa coloración es consecuencia de la acumulación natural de clorofila, que se degrada por el metabolismo normal de las semillas durante la maduración natural de los tejidos. Esta degradación natural de la clorofila se ve interrumpida cuando la planta sufre el desbalance fisiológico provocado por el estrés ambiental y aparecen semillas con coloraciones verdes por retención de clorofila.
El ambiente de producción estresante no solamente favorece la aparición de semillas verdes, sino que también influye en el desarrollo de las semillas en un momento clave para la determinación de la calidad, como es el estadío R7. En este momento, denominado madurez fisiológica, las semillas alcanzan su máximo peso seco, adquieren su capacidad para germinar y determinan su longevidad y vigor. Por lo tanto, el momento de ocurrencia, la intensidad y la duración de las condiciones ambientales estresantes puede causar una variación importante en el porcentaje de semillas verdes y en la calidad fisiológica del lote de simientes. Y para complejizar un poco más la problemática de las semillas verdes, es necesario describir los distintos tipos de semillas verdes que aparecen, ya que existen características físicas diferentes que tienen influencia sobre la calidad.
El análisis de la calidad de un lote con presencia de semillas verdes es complejo debido a las características de este tipo de semillas. Dependiendo de la intensidad del color, de la localización de los tejidos verdes en la semilla y de la presencia/ausencia de otros tipos de daños, el lote de semillas puede tener calidades muy diferentes. Esta disparidad en la calidad de los lotes con semillas verdes es independiente de la cantidad de éstas. Lotes con alto porcentaje de semillas verdes pueden tener una calidad aceptable, mientras que, lotes con la misma cantidad de semillas verdes pueden tener una calidad mucho menor o no ser adecuados para la siembra.
Es a partir de esta situación que surge la necesidad de realizar un análisis de calidad profesional y no solo del aspecto visual del mismo. Sin embargo, no todo son malas noticias, ya que a pesar de los problemas de calidad que pueden tener los lotes con semillas verdes, es posible mejorar esta calidad con una adecuada clasificación en la planta de acondicionamiento. Es así que, las semillas verdes caracterizadas por presentar depresiones profundas en la zona periférica y central de los cotiledones, denominadas semillas abolladas (Figura 1 A), se pueden eliminar fácilmente en la poscosecha con las maquinarias adecuadas, ya que no poseen la típica forma esférica de las semillas de soja.
Estas abolladuras son consecuencia de condiciones muy estresantes del ambiente durante la etapa de desarrollo de las semillas. Por otro lado, en un lote de semillas también pueden encontrarse semillas arrugadas, las cuales presentan arrugas típicas producidas por el efecto del ambiente. Estas arrugas se localizan en la parte dorsal de la semilla (Figura 1 B) y pueden ser superficiales o profundas dependiendo de la intensidad y evolución del ambiente. A diferencia de las semillas abolladas, las semillas arrugadas generalmente conservan la forma esférica característica de la soja. Un tercer tipo de semillas verdes son aquellas que no presentan otro daño como las arrugas/abolladuras y son esféricas (Figura 1 C).
Este tipo de semillas puede tener variable calidad fisiológica dependiendo de la intensidad de la coloración y el grado de madurez de las estructuras que la componen. En base a las características físicas de las semillas verdes esféricas y arrugadas, la separación de las mismas del lote requerirá del uso de tecnologías y/o equipamientos especiales que puedan ser empleados en grandes volúmenes y que permitan la correcta identificación de la coloración verde y su separación de la masa de semillas.
Ante la complejidad que supone la separación de semillas según su coloración, es factible pensar en un porcentaje máximo de semillas verdes en la bolsa que no afecte la calidad fisiológica de la misma. Para determinar ese nivel máximo de tolerancia de semillas verdes en un lote comercial de simientes, el Laboratorio de Semillas de INTA Oliveros realizó un trabajo en el que se evaluó la calidad fisiológica de lotes de semillas de soja con distintos porcentajes de semillas verdes esféricas. Las figuras 2 y 3 muestran los valores de calidad expresados en términos de germinación (PG), viabilidad por Tetrazolio y vigor por Envejecimiento Acelerado (EA) para dos lotes comerciales de semillas con distintos porcentajes de semillas verdes en su composición.
Figura 2. Porcentajes de germinación, viabilidad y vigor obtenidos en muestras de semillas del lote A con distintos contenidos de semillas verdes. La línea roja vertical marca el valor mínimo de germinación para comercialización de semillas de soja en Argentina.
Figura 3. Porcentajes de germinación, viabilidad y vigor obtenidos en muestras de semillas del lote B con distintos contenidos de semillas verdes. La línea roja vertical marca el valor mínimo de germinación para comercialización de semillas de soja en Argentina.
Los datos de las figuras 2 y 3 muestran que los lotes de semillas con porcentajes superiores al 10% de semillas verdes presentaron una importante reducción de la germinación cuando fueron comparados con aquellos lotes de semillas donde el contenido de semillas verdes fue menor a 10%. La producción de plántulas normales en la germinación fue alta en la mayoría de las muestras con 0 %, 6 % y 10 % de semillas verdes para ambos lotes, alcanzando valores comprendidos entre 88% y 96%. Por otra parte, los valores de viabilidad fueron iguales o superiores a 90% en ambos lotes, para las muestras que presentaron igual o menos de 10% de semillas verdes. Respecto a la condición de vigor, evaluada por la prueba de EA, se observó para ambos lotes una disminución del mismo respecto a la muestra con 0% de semillas verdes. Esto indica que las semillas verdes presentaron una mayor tasa de deterioro respecto a las semillas amarillas, cuando fueron expuestas a condiciones adversas de alta temperatura y elevada humedad relativa en la prueba de EA. Esto sugiere que los cotiledones verdes estarían directamente asociados a bajas condiciones de vigor o bien, que las condiciones ambientales en las que se desarrollan las semillas verdes conducirían a la producción de semillas con bajo vigor.
La conclusión del trabajo fue que lotes de semillas con contenido de semillas esféricas completamente verdes iguales o inferiores a 16% presentaron valores de germinación iguales o superiores al valor de comercialización de semillas de soja que es 80%. Por lo tanto, el nivel máximo de tolerancia de semillas verdes para lotes destinados a la siembra podría ser establecido en 16% a fin de garantizar el desempeño adecuado de las semillas en el campo, siempre que las condiciones ambientales sean favorables para la germinación y emergencia de las plántulas.
Recomendaciones: Debido a los problemas causados por la alta presencia de soja verde en esta campaña, recomendamos la adopción de algunas medidas para minimizar la pérdida de calidad:
- Realizar un adecuado proceso de limpieza y clasificación de los lotes con la finalidad de mejorar la calidad física y fisiológica de los lotes, removiendo las semillas abolladas.
- Realizar un análisis profesional de la calidad de las semillas en laboratorios habilitados o acreditados, para obtener información precisa sobre la calidad de los lotes ya que los lotes con semillas verdes pueden tener condiciones fisiológicas muy diferentes entre sí.
- Almacenar los lotes de semillas lo más limpios, secos, frescos y sanos posibles para conservar los atributos de calidad fisiológicos alcanzados en el acondicionamiento.
- Realizar monitoreos periódicos de la calidad para conocer el estado y evolución de la misma durante el almacenamiento
Semillas secas… frágiles y problemáticas
Al referirse a semillas secas, se habla de lotes de simientes con valores de contenido de humedad bajos, y nos referimos precisamente a contenidos de humedad entre 8 a 11%. En este caso, los lotes de semillas de soja deberán ser tratados con mayor cuidado que el habitual, ya que las semillas secas o con bajo contenido de humedad, son más frágiles y susceptibles al daño físico que pueden causar las maquinarias y el ambiente de producción. Todos aquellos golpes que afectan a las semillas secas durante la cosecha y pos cosecha se traducen en la aparición de lesiones cortantes sobre las distintas estructuras de la semilla. Estas lesiones, de mayor o menor grado, afectarán la producción de plántulas normales y el establecimiento de un adecuado stand de plantas en el cultivo, que en definitiva es el destino final de la simiente. Los daños ocasionados por la cosechadora y/o las máquinas utilizadas durante la clasificación se denominan comúnmente como daños mecánicos, en referencia a la participación de algún tipo de máquina en su producción.
Es importante tener en cuenta que el daño físico en las semillas de soja incide directamente sobre la longevidad de las mismas en el almacenamiento. Los tejidos afectados por el daño físico tienen una tasa de respiración más alta que los tejidos intactos y por lo tanto se deterioran con mayor rapidez durante el almacenamiento. Debido a los efectos negativos de los daños físicos sobre la germinación y la longevidad de las semillas surge la necesidad de minimizar las lesiones cortantes que producen las maquinarias sobre los lotes de semillas, particularmente en lotes secos ya que estas semillas son más frágiles. La ocurrencia de daños mecánicos en las semillas se traduce en daños de distinta magnitud sobre las plántulas, causando lesiones que impiden la instalación de la plántula en el campo. La figura 4 muestra algunas anormalidades en plántulas originadas por semillas con daños mecánicos.
Figura 4. Plántulas anormales de soja con daños severos en distintas estructuras causadas por daños mecánicos: A) hendidura en raíz primaria; B) hendidura en hipocótilo; C) geotropismo negativo; D) ausencia de raíz primaria por cercenamiento completo; E) cotiledones rotos con pérdida parcial de tejido.
Si bien los daños físicos sobre las semillas se asocian con mayor frecuencia a las maquinarias, existen daños físicos que se producen en las simientes durante su período de formación dentro de las vainas y a los cuáles se los denomina comúnmente como fracturas. La aparición de las fracturas puede explicarse por la diferente distribución del contenido de humedad sobre la superficie y el interior de cada semilla, lo que genera una serie de tensiones físicas entre los diferentes tejidos que conforman a la semilla. Las áreas de tejidos secos y húmedos de la semilla ganan y pierden humedad con velocidades diferentes, las presiones generadas provocan la separación o fractura de los tejidos. Este proceso de fracturado es espontáneo y puede ocurrir en el ambiente de producción o bien durante las prácticas de conservación. Algunos cultivares presentan mayor predisposición a la producción de fracturas durante el desarrollo y crecimiento de las semillas en el interior de la vaina, asociado a ciclos de secado y rehidratación en el ambiente de producción. En estos materiales es donde se debe prestar mayor atención al momento de la cosecha con respecto a la hora del día, la humedad relativa ambiente, a la velocidad de la cosechadora y sobre todo el estado de conservación de las maquinarias utilizadas. Con un bajo contenido de humedad de las semillas aumentará el riesgo de la aparición de las fracturas durante la manipulación del lote, el curado y la siembra.
La germinación de las semillas y/o la producción de plántulas normales, capaces de desarrollarse y establecerse en el campo, se afectarán en mayor o menor medida dependiendo de la localización de las fracturas en la semilla. A diferencia de los daños mecánicos, las fracturas se manifiestan siguiendo un patrón definido caracterizado por la ubicación en el área interna y central de uno o ambos cotiledones y generalmente en posición transversal al largo mayor de los mismos (Figura 5 A). En el caso de las fracturas que se presentan sobre el eje embrionario, éstas son generalmente transversales al mismo y pueden producir la pérdida completa de la capacidad de germinar o bien la emergencia de una plántula con graves defectos en las raíces y/o sistema del tallo (Figuras 5 B y 5 C).
Por otro lado, la presencia de fracturas en los lotes de semillas no solo influye negativamente sobre la capacidad de germinar, sino que además es una vía de ingreso para patógenos, que pueden ocasionar enfermedades con la consecuente pérdida de calidad. Es importante tener en cuenta que la práctica de curado/inoculado de lotes de semillas secas con alto volumen de caldo puede generar la aparición de fracturas que llevan a la pérdida de calidad y aumentan el riesgo de fitotoxicidad.
Recomendaciones:
- Usar cosechadoras con cilindros axiales, en buen estado de uso y conservación y tener en cuenta una adecuada regulación.
- Emplear norias y sinfines diseñados y regulados para reducir al máximo el daño en las semillas.
- Usar cintas transportadoras o bien chimangos recubiertos internamente con gomas especiales, reducir el número de pasadas por los mismos y seleccionar adecuadamente la maquinaria de procesamiento.
- Durante el curado e inoculado emplear caldos de curado/inoculado que no superen los 450- 500 cc por cada 100 kilos de semilla. Para ello se requiere el uso de equipos de curado profesional con elementos distribuidores del caldo que consisten en cepillos o bien el uso de sistemas neumáticos con atomizador de los productos.
- Realizar análisis de calidad antes y después del pasaje de las semillas por los diferentes equipos, para conocer e identificar posibles puntos de origen de daños en las semillas, con el objeto de aplicar medidas correctivas para minimizar perdidas de calidad.
Como podemos ver esta campaña ha dejado un sabor amargo con respecto a la producción de granos y semillas, pero al mismo tiempo plantea un gran desafío. Esto significa que se debe agudizar todos los sentidos y aplicar todos los conocimientos adquiridos en las campañas anteriores, ya que como se observó no hay nada nuevo, solo muchas cosas juntas. En esta campaña 22/23 habrá que poner en práctica el ingenio, trabajar cada lote con mucho cuidado, buscando combinar las maquinarias de limpieza y clasificación, zarandas de diferentes orificios, espirales, mesas den simétricas. Habrá que elegir las combinaciones más apropiadas para sacarle el máximo provecho al lote de semillas. Por otro lado se sugiere realizar análisis de calidad en el laboratorio de semillas, en distintos puntos del procesamiento y momentos para la toma de decisiones. Se dispone de muchas herramientas, en la planta de procesamiento para lograr mejorar el lote y también en el laboratorio, para estimar la calidad y su posible longevidad.
Fuente: INTA por Carina del Valle Gallo y Miriam Raquel Arango