Es fundamental construir inmunidad en los animales desde que son terneros para evitar las infecciones.
Juan Cruz Muriel – Gte. de Servicio Técnico de Biogénesis Bagó
Un correcto plan sanitario para terneros que ingresan al feedlot debe contemplar la prevención del síndrome respiratorio y clostridial, y control de parásitos, tanto internos (gastrointestinales y pulmonares) como externos (piojo y sarna). También una suplementación vitamínica y mineral que permita poner a todos los terneros en las mismas condiciones sanitarias antes de comenzar su etapa de engorde.
Este plan no se debería negociar, pero probablemente el éxito dependa de algunos factores: en primer lugar, del modelo de negocio que tenga cada productor, es decir si realiza engorde de animales para consumo interno o para exportación. En segundo lugar, de si los terneros que llegan a los corrales de engorde vienen desde campos propios o de compra.
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En el primer punto, cuando hay diferencias en la edad y peso de los terneros al ingresar los tiempos de permanencia en el corral van a ser distintos. Además, los animales con destino de exportación suelen tener una etapa de recría, que puede ser a corral o a campo. Este último caso, en el que van a tener una alimentación a base de pasto (algo conocido para los terneros) nos puede permitir construir inmunidad de otra manera.
En el punto dos, el origen es trascendental, ya que aquellos productores que engordan su propia hacienda a corral cuentan con una gran ventaja, desde el punto de vista del manejo sanitario, respecto de aquellos que compran terneros y que no tienen la posibilidad de construir una buena inmunidad de base.
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El pico de inmunidad que podemos generar con la vacunación se logra 20 días después de aplicada la segunda dosis. Aquí radica la importancia de colocar vacunas importantes, como las de síndrome respiratorio y clostridial, al pie de la madre.
Independientemente del origen que tengan los terneros y su destino final, todos vienen de un proceso sumamente estresante como es el destete (separación de la madre). Además, antes de llegar a los feedlots, muchos son enviados a feria para remate, sufren estrés por transporte, pasajes por la manga, cambios de alimentación, de hábitat y orden social porque se mezclan terneros de distintos orígenes. Por lo tanto, el control del estrés es clave para lograr éxito en los corrales. Para esto se torna fundamental el manejo de la recepción de los terneros que necesitarán tiempo para familiarizarse con la rutina del feedlot, ruidos, comederos, alimentación, competencia, etc.
Lo ideal es recibirlos con agua limpia, fresca, en cantidad suficiente y con un alimento conocido por ellos como es el pasto, rollos o idealmente heno picado ofrecido en los comederos. Siempre es bueno realizar una clasificación de las tropas, separar machos de hembras y armar lotes parejos en tamaño. Una vez descansados, los animales estarán listos para ser procesados y recibir el plan sanitario de ingreso.
El complejo respiratorio bovino es la principal causa de muerte, de origen infeccioso, en sistemas de producción de carne intensiva llegando a abarcar el 35% de los decesos de un establecimiento. Las muertes de los animales suele darse entre los 28 y 35 días de ingresados al feedlot. Por eso, una de las claves para reducir el impacto de esta enfermedad, es realizar un adecuado manejo y prevención.
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Existen factores estresantes que predisponen la aparición de esta enfermedad como son el transporte, el hacinamiento, la mezcla de animales de distintos orígenes, condiciones ambientales que van erosionando las defensas naturales de los animales, para que posteriormente la acción de agentes infecciosos, como virus y bacterias, terminen enfermándolos.
Lo ideal sería realizar un adecuado manejo de los factores predisponentes y construir una sólida base inmunitaria para reducir el impacto del complejo respiratorio. Esta inmunidad se logra realizando dos aplicaciones de vacuna para síndrome respiratorio al pie de la madre con 30 días de intervalo, buscando que esto sea unos 15-20 días antes del destete. Luego, en etapa de recría o ingreso a los corrales, se dará un refuerzo.
La suplementación con vitaminas (A y E) y minerales (cobre, zinc, selenio, manganeso) será otra de las claves en la búsqueda de reducir el estrés que sufren en el proceso de adaptación.
Mediante la vacunación y un manejo adecuado vamos a evitar muertes y a lograr que los animales se enfermen menos. Por ende, tendrán un mejor resultado en su adaptación al feedlot, llegando antes al peso de faena deseado.
En resumen podemos concluir que los productores que realicen un adecuado manejo del estrés durante la recepción, sean consistentes en la alimentación, capaciten al personal en la detección precoz de enfermedades y ejecuten planes sanitarios en tiempo y forma obtendrán sin dudas mejores resultados.
Los productores que encierren su propia hacienda o aquellos que tengan posibilidad de realizar una recría a campo de los animales que compran, tienen una ventaja inigualable para ejecutar los planes sanitarios en momentos adecuados y evitar que la aplicación de vacunas coincida con momentos estresantes como lo son el destete, el transporte, el cambio de alimentación y la mezcla con otros animales, o lo que es peor cuando esto sucede todo junto.