Este tipo de medidas coyunturales, injustas y arbitrarias no suman al desafío de hacer crecer la producción, todo lo contrario generan confusión, trastornos y distorsiones en el trabajo cotidiano y dinámico para muchos actores de la cadena y de otras.
E0s evidente que los efectos de estas decisiones son negativos para todos. Sin dudas, el país requiere de políticas consensuadas con los sectores más dinámicos y para esto es preciso dialogar.
En este sentido, es necesario contar con un tipo de cambio único pero real para toda la economía y un esquema fiscal equitativo. En este contexto también hay que considerar el mayor costo que deben pagar los usuarios de subproductos de la soja, aves, cerdos, vacunos, un costo extra que no trae beneficios al consumidor final de carnes. Somos parte de la solución para salir de esta situación, pero esto requiere medidas de fondo que permanezcan en el tiempo.
Fuente: Prensa ACSOJA














De esta manera, se declaró hasta fin de año el estado de emergencia y/o desastre agropecuario por sequía. Para aquellos productores que vieron afectada entre el 50% y 79% de su producción o capacidad de producción, serán considerados en estado de Emergencia Agropecuaria.







La estimación por hectárea del mes de noviembre, de acuerdo a la Bolsa, es de 23,3 quintales contra los 31,5 quintales por hectárea, de promedio, en los últimos 5 años.