De acuerdo a la Bolsa de Comercio rosarina, el nivel fluvial es 80 centímetros menor a la media. Así, se complica la circulación de barcos de mayor calado.
De esta manera, la falta de lluvias no está recargando el caudal de río a la altura de los puertos rosarinos, por donde se embarca el grueso de la producción de granos argentinos, y se están generando demoras, con la consecuente penalización para los exportadores.
Según los datos de la Bolsa, la inmovilización de buques representa un costo diario para las empresas exportadoras que se estima en un rango de entre US$ 30.000 y US$ 50.000. dependiendo del tipo buque y el modo de contratación.
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“Recién en el tramo sur del río, donde habitualmente navegan buques de mayor porte que requieren mayor calado, donde se identifican importantes complicaciones logísticas”, cita el informe.
El tránsito de los navíos se vuelve más dificultoso y lento en las circunstancias actuales cuando las embarcaciones varadas obstruyen el flujo de navegación, y plantas industriales de la zona están recibiendo buques con demoras de 10 días, mientras que en ocasiones mantienen buques cargados en puerto que no pueden salir por el bajo nivel del agua.
En vistas a las próximas semanas, los pronósticos del Instituto Nacional del Agua prevén una caída adicional del Paraná a la altura de Rosario, al tiempo que no se proyectan lluvias importantes en el norte que podrían nutrir al río en el futuro cercano.