El trigo ha vuelto a ser la caja de fin de año. Es el cultivo que asegura llegar a esa época con mayor liquidez.
Al analizar el volumen de ventas de los productores de soja, maíz y trigo, vemos que la estrategia de los productores desde comienzos de la campaña 2018/19 ha sido vender y asegurar precio; es de decir, “hacer caja” con el trigo y el maíz. Y la soja la deja para comercializarla cerca del momento de la cosecha.
Definitivamente, el trigo ha vuelto a ser la caja de fin de año, como consecuencia del fuerte aumento de la superficie sembrada que se consolidó durante las últimas tres campañas. Hoy, es el cultivo que asegura llegar a fin de diciembre con una situación de mayor liquidez.
De esta forma, el productor puede afrontar costos, compromisos a cosecha, y cancelar las deudas que se originaron con la sequía del verano pasado y las excesivas lluvias durante la cosecha.
Hasta el momento, las compras acumuladas de trigo por parte de los exportadores llegan a 7,15 millones de toneladas. De ese total, las operaciones a fijar llegan a 857 mil toneladas, de las cuales cerraron precio solamente 120 mil.
En el balance neto, los productores vendieron a precio un total de 6,41 millones de toneladas y los molinos llevan compradas 422 mil toneladas. En términos de flujo de dólares, entre las compras de molinos y exportadores se proyecta un ingreso de 1.154 millones.
El segundo cultivo en ventas por parte de los productores es el maíz. Las compras acumuladas de los exportadores llegan a un total de 4,64 millones de toneladas.
Y el dato más interesante es el volumen de ventas con precio a fijar: la exportación declaró 2,03 millones de toneladas pero solamente se fijaron 353 mil.
En el balance neto total, las ventas de maíz a precio, descontado el volumen a fijar y lo ya fijado, llega a casi tres millones de toneladas, equivalente a 420 millones de dólares.
Soja
Otro es el patrón de ventas en lo que respecta a la soja. Las compras acumuladas de la industria aceitera llegan a 2,58 millones de toneladas. De esta cifra, 1,86 millones se comercializaron con precio a fijar, pero sólo se establecieron precios para 14 mil.
El balance neto de las ventas totales de soja del productor a precio a la industria, llega a 730 mil toneladas. Los exportadores acumulan compras por 523 mil toneladas, de las cuales 337 mil son a fijar precio y en 152 mil toneladas ya se fijó.
Entre exportación y aceiteras las operaciones con precio llegan a 1,07 millones de toneladas, por un valor bruto de 267 millones de dólares.
Es decir que, entre los tres cultivos, se proyecta un ingreso total de 1.841 millones de dólares. A esto hay que agregar el trigo que se cosechará durante diciembre y enero, con un volumen estimado de ventas de tres millones de toneladas o su equivalente de 600 millones de dólares.
Para que estas proyecciones se puedan cumplir no debería haber problemas climáticos durante la cosecha. El clima será el que, en definitiva, determine el volumen de oferta y precio a cosecha.
Fuente: Agrovoz | Por: Pablo Andreani