Desde el INTA afirman que la producción hidropónica bajo cubierta de cultivos de hoja es factible económicamente y recomendable. Ademas es sustentable en el tiempo. Mirá los datos.
Desde el INTA afirman que el panorama de Santa Cruz, es oportuno para la construcción de invernaderos y puesta en marcha de la producción de hortícolas en sistema hidropónico, ya que se puede proyectar una potencial demanda, que irá en crecimiento, no solo por el crecimiento del consumo al tener una mejora y estabilidad la variable ingreso, sino por la creciente preferencia por los alimentos de esta naturaleza. Sumando la participación de los turistas en el consumo, se fortalecen la factibilidad y sustentabilidad de nuestro proyecto en el tiempo.
En Argentina, la agricultura familiar abarca mas de 23 millones de ha (23.516.942 ha) que representa el 13,5% del total de las explotaciones del país y promedian un poco más de 47 ha por explotación (FAO, 2014). Esta superficie constituye una importante cantidad de tierras dedicadas a la producción de alimentos y a un sector que ve favorecidos sus ingresos producto de la actividad productiva familiar. A diferencia del resto del país, en la provincia de Santa Cruz, las explotaciones familiares o núcleos de agricultura familiar tienen una superficie media de 5 ha y son administrados por personas que en promedio tienen 47 años. Sus principales actividades están relacionadas con la producción vegetal (más de 60% de los productores las realizan), por sobre las demás actividades productivas. Desde el punto de vista del volumen producido, la producción de hortícolas de hoja es la principal actividad agrícola de la provincia, logrando anualmente 69,3 toneladas. Sobre esto se puede decir además que el 46% de los productores que se dedican a esta actividad poseen invernaderos en sus chacras productivas y es por este motivo que desde la Estación Experimental Agropecuaria Santa Cruz de INTA se evalúan distintas especies hortícolas con técnicas hidropónicas en NFT (Nutrient Film Technique) bajo cubierta para desarrollar un paquete tecnológico de producción adaptado a las necesidades de los productores locales.
Vamos a los numeros:
Partiendo de la base de que toda actividad que se realiza genera impacto, y este puede ser positivo o negativo, dar inicio al proyecto de la producción hidropónica bajo cubierta de hortícolas de hoja, es una pregunta que dependiendo del punto de vista de la disciplina o ciencia que se mire puede variar. La aceptación o rechazo del proyecto, puede estar apoyada en la decisión desde datos concretos, duros y fehacientes como son los indicadores financieros y económicos, y también puede verse condicionada desde el impacto social y macroeconómico que potencialmente provoca el inicio de la actividad.
En la inversión inicial los montos más importantes de mayor ponderación son la mano de obra que representa el 45,40%, y la infraestructura 37,17%, que en su conjunto representan el 82,57%.
En la composición de los costos, los operativos son los que tienen mayor participación en la actividad productiva. Para el primer año son el 86,83% y en el segundo año el 85,38%, de los cuales el costo de los sueldos es el 61,02% para el primer año del total de los costos directos, ya que la producción es de mano de obra intensiva.
Por otra parte, en la tabla Nº 7 muestra el resultado económico del primer año, y se observa que el margen bruto es positivo y con la capacidad de hacer frente a los costos indirectos. Y si bien el resultado neto es negativo para el primer periodo, es oportuno mencionar que las amortizaciones no representan salida de dinero para la actividad, y son recuperadas en los siguientes ejercicios económicos.
Desde el punto de vista financiero, la TIR es baja con un 5,28% y el tiempo estimado para recuperar la inversión es de 7 años y medio aproximadamente. Estos indicadores están en los parámetros esperados para las actividades productivas con mano de obra intensiva. Siguiendo la línea de la evaluación del proyecto, el VAN es positivo y la TRP está en 13,38%, que según estos valores la producción debe iniciarse.
El modelo de producción propuesto arroja valores positivos, es decir, no va a pérdida, analizando y comparando los rendimientos de esta actividad con el costo de oportunidad, que es una de las tantas alternativas o decisiones que un inversor racional tiene para tomar decisiones, la colocación del importe de la inversión inicial en un plazo fijo tradicional en pesos que el cual tiene una TNA de 19,50% a 30 días, con la que obtendría un interés cercano a los $8.949,18 por mes y comparando con los saldos del flujo de fondo del segundo año (donde la producción es año completo) el rendimiento promedio es de $6.825,80 y a esto hay que sumar el salario que se le asigna al productor que es de $17.883,11, el emprendedor obtendría un ingreso mensual de $24.708,87 más SAC.
El tipo de producción no es nocivo para el ambiente o contexto, ya que el nivel de residuos que genera la actividad es casi nulo, debido a que se recicla la mayor cantidad de los insumos.
El impacto macroeconómico que impulsaría, es positivo, ya que al entrar a producir, y tener que realizar gastos mensuales que rondan en promedio los $26.000, genera movimiento virtuoso tanto en la recaudación de IIBB por la facturación que genera realizar esas erogaciones de dinero mes a mes, el impulso que se da a la demanda agregada el aumento del consumo, el pago del monotributo, la posibilidad de expandir la producción con la ampliación del invernadero, aumento de la variedad, y esto generaría la utilización de más personal para llevar adelante la nueva escala de producción, la necesidad de incrementar la infraestructura provoca aumento del gasto operativo, y de esta forma se convergería a un circulo virtuoso de la economía.
En conclusión, es factible y recomendable el proyecto de la producción hidropónica bajo cubierta de hortícola de hoja, es sustentable en el tiempo y la posibilidad de réplica es admisible