El jueves último, en conferencia de prensa, autoridades de la Federación y del INTI presentaron el Manual de Buenas Prácticas de Acopios y Acondicionamiento de granos, una herramienta clave para asegurar la calidad en el sector. También mostraron preocupación por el costo de los fletes y el mantenimiento de los caminos rurales.
En el primer día de A Todo Trigo, autoridades de la Federación de Acopiadores acompañadas por representantes del Instituto Nacional de Tecnología Industrial realizaron una conferencia de prensa en la que lanzaron el Manual de Buenas Prácticas de Acopio, un documento con procedimientos claves para asegurar la calidad de los granos que pasen por las plantas acopiadoras.
Este lanzamiento implica un paso muy importante. El acopio es un actor clave en la mejora de la calidad, por eso desde la Federación están convencidos de que la única forma que esto se haga de un modo objetivo es a través del Manual de Buenas Prácticas.
“Buenas prácticas es hablar de procesos, manejo de planta, eficiencia y cuidados del grano”, aseguró Raúl Dente, asesor General de la Federación de Acopiadores de Cereales, y agregó: “El desafío es tener un grado de calidad que nos permita tener una marca de calidad argentina”.
Por su parte, Nicolás Apro, director del Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnología de Industrialización de Cereales y Oleaginosas del INTI, institución clave que acompañó la formulación del manual, expresó: “Lo que se busca con este manual es normalizar lo que se está haciendo. Las Buenas Prácticas toman a todo el sector productivo y buscan normalizar los procesos. Mejorar las cosas para no cometer errores y bajar los costos de la no-calidad”. Asimismo, destacó el hecho de que la certificación se actualiza todos los años, lo que asegura un compromiso mayor por parte de todos los actores por mantener los niveles de calidad.
Sobre la implementación del manual, el presidente de la Federación de Acopiadores, Fernando Rivara, señaló que la entidad no tiene poder legal para obligar a los acopiadores a que lo apliquen. “Cada empresa, con mayor o menor intensidad, irá aplicándolo. Hoy es un tema de responsabilidad. El beneficio se podrá ver con la baja de costos internos, a posteriori, cuando la empresa aplique las prácticas”, señaló. “A lo mejor el mercado, más adelante, decide pagar y reconocer aquella mercadería que cumple con las Buenas Prácticas”, agregó Dente.
Fuente: Prensa Acopiadores