A contramano del resto de los cultivos de verano, la cosecha de girasol 2017/18 presenta mejores rindes que la campaña anterior y que el promedio de los últimos 5 años. La oleaginosa se destaca por su buen desarrollo radicular y otras características que le permiten sacar ventaja a otros cultivos en ambientes con restricciones de humedad.
Panorama productivo:
Lejos de la caída de rendimientos de la soja, el girasol se destacó productivamente en esta campaña marcada por una severa sequía. El rinde promedio a nivel nacional superó la media de los últimos 5 años ubicándose en 20 qq/ha. Esto permitió compensar el hecho de que los planes de siembra no pudieron completarse por excesos hídricos y la producción cayó levemente en 200 mil toneladas respecto al ciclo previo. Según las cifras oficiales la producción 2017/18 se ubica en 3,38 millones de toneladas.
Si bien el resultado de producción unitaria fue mejor que el esperado en un año Niña, la disparidad de condiciones en las diferentes zonas de producción se debió tanto al exceso al inicio de la campaña como al déficit hídrico. Las zonas girasoleras más importantes de Argentina son:
- Centro del país (noroeste de Buenos Aires, noreste de La Pampa, sur de Córdoba)
- NEA (Chaco, norte de Santa Fe, este de Santiago del Estero)
- Sur de Buenos Aires
Más de un 50% del área sembrada se concentra en la provincia de Buenos Aires y fue en ésta provincia donde los excesos de agua dejaron lotes afuera del ciclo y también donde la sequía afectó las siembras tardías recortando la producción. Según el relevamiento de fuentes privadas, las productividades desmejoraron desde el noroeste de Buenos Aires y noreste de La Pampa (con un rinde 4% superior a la campaña 2016/17) hacia el sur de la provincia bonaerense, cuya productividad es un 10% menor al ciclo previo. El rinde promedio de esta región se estabiliza en 21 qq/ha. Si bien es un rinde 5% superior a la campaña previa, no llegó a compensar las pérdidas de superficie sembrada.
En el NEA, en cambio, no sólo se logró un crecimiento de la superficie anual del 15% sino que además la oleaginosa pudo sortear la sequía consiguiendo mejores rendimientos a los esperados y una buena calidad de grano. Pese a las pérdidas de plantas por la enfermedad “Mildew” al inicio de la campaña, el girasol se implantó con buenas reservas hídricas que le permitieron profundizar las raíces. Esto le permitió aprovechar el agua de las capas bajas cuando la humedad fue deficitaria y a su vez conseguir un buen desarrollo foliar para captar la radiación solar. Cuando la atmósfera se tornó seca, el cultivo estaba en estadios avanzados, por lo tanto, las enfermedades de fin de ciclo no encontraron las condiciones húmedas para instalarse y el vuelco tampoco tuvo su lugar.
El siguiente esquema ilustra la escala fenológica de Schneiter y Miller y se señalan las fases más críticas para la generación de rendimiento.
Panorama comercial
Según los datos oficiales a la fecha, el sector industrial y exportador de girasol llevan adquirido 1,94 Mt de girasol, esto representa un 57% de la producción 2017/18 y coincide con el ritmo de compra de la campaña anterior. Vale aclarar que la demanda de girasol del sector industrial para su conversión en harina y aceite representa el 98% del total, mientras que la exportación de la semilla representa un 2%
A nivel global, dentro de los grandes exportadores girasoleros, Ucrania y Rusia representan el más del 80% de las exportaciones mundiales tanto en el mercado de harina como de aceite de girasol. Esta campaña, sin embargo, la caída de la producción en el Mar Negro recortó su participación en las exportaciones de aceite. Según Oil Word, se estima que en el periodo abril-septiembre de este año, Rusia colocará 850.000 toneladas (frente a 1 Mt del año pasado) mientras que Ucrania participará con 2,33 Mt, marcando una caída anual de 430.000 toneladas
Consideraciones finales
- El girasol demostró ser una alternativa superadora en los años secos debido a las cualidades propias de la especie.
- El área de siembra nacional aún tiene potencial de seguir creciendo considerando que el record de 2007/08 alcanzó las 2,6 millones de hectáreas, frente a las 1,7 M ha actuales.
- En cuanto a perspectivas globales, la consultora Fact.MR proyecta que el mercado mundial de aceite de girasol va a registrar una expansión moderada durante el periodo 2017-2022, siendo la demanda europea la más significativa para la industria alimentaria y minorista. Lo ideal sería que el girasol argentino pueda seguir acompañando esta tendencia creciente del mercado mundial. En este sentido, cabe destacar el importante rol de ASAGIR (Asociación Argentina de Girasol) en promover la investigación y el desarrollo del girasol y sus derivados en nuestro país.
Fuente: Julio Calzada-Sofía Corina-Federico Di Yenno