Pautas para emplear soja dañada en rumiantes

Recomendaciones del especialista en nutrición y socio CREA Juan Pablo Russi para valorizar el grano afectado por los temporales.

Aquellas empresas mixtas que hayan cosechado soja con altas proporciones de grano dañado pueden evaluar incorporar parte de la misma a las dietas de rumiantes para intentar valorizar su producto.

“El primer parámetro que debemos tener en cuenta es la materia seca de la muestra, que no debe superar el 85,5% (14,5% de humedad), porque altas humedades en soja pueden desatar procesos de enrranciamiento de las grasas y surgimiento de toxinas en las muestras”, explica Juan Pablo Russi, consultor y empresario agropecuario integrante del CREA Gral. Villegas.

 

En el cuadro 1 se muestra el análisis químico de laboratorio de partidas de soja con más del 35% de grano dañado versus un cultivo cosechado sin inconvenientes climáticos.  “Tanto la proteína como los carbohidratos son más bajos que en la soja normal, debido, probablemente, al proceso de germinación; por el contrario la fibra detergente y el extracto etéreo son más altos”, comenta Juan Pablo. “Por lo tanto, es necesario tomar en cuenta esos parámetros para lograr un correcto balance de las dietas”, añade.

Ruralnet News

“Previo análisis químico, de contenido de toxinas, y sometida a un buen procesado –bien molida– la soja dañada se puede usar perfectamente en dietas de rumiantes considerando la categoría de animales a alimentar”, asegura el especialista en nutrición animal.

La soja con altos niveles de grano dañado podría utilizarse en distintos tipos de dietas como reemplazo de proteína y energía del siguiente modo: animales en terminación en hasta un 8%; animales en recría en hasta un 12% (posee mucho extracto etéreo, que podría inhibir la fermentación); y vacas de leche hasta un 10% previo cálculo del total de grasas insaturadas en la dieta. No es aconsejable emplearla en dietas de animales de destete precoz (Los datos de inclusión son en MS de la dieta).

“La mayor ventaja económica para usar sojas dañadas producidas en el campo es el ahorro que se produce en los gastos comerciales (flete y comisión) y en el gasto financiero que representa pagar impuestos como el IVA (21% para subproductos) o Ingresos Brutos”, apunta Juan Pablo.

Es importante recordar que la soja posee inhibidores de proteasas que afectan su digestibilidad cuando se la ofrece a mono gástricos. “Pero en rumiantes ese anti nutriente es desactivado por las bacterias del rumen a partir de los 120 a 140 kilogramos de peso del ejemplar, mientras que por debajo de ese peso los animales de destete precoz pueden tener alteraciones digestivas cuando se les ofrece soja sin procesar o de mala calidad”, asegura Juan Pablo.

Fuente: CREA

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *