En el trabajo anterior, se presentó el tema del uso de los suelos, del territorio correspondiente, al área del humedal norte de Corrientes, abarcando los Departamentos de Berón de Astrada, General Paz, San Miguel e Ituzaingó, dentro del marco del proyecto territorial del INTA, Humedal Norte de Corrientes.
El presente trabajo, está focalizado en los Departamentos de Itatí, San Cosme, Capital, San Luis del Palmar y Empedrado, correspondientes al área de influencia del proyecto territorial del INTA Noroeste de Corrientes.
Repasando el concepto acerca de lo que se entiende por uso del suelo, del Grupo Recursos Naturales del INTA EEA Corrientes, Ditmar Kurtz explica que, el uso del suelo abarca la gestión y modificación del medio ambiente natural y convertirlo en un ambiente intervenido o alterado (agroecosistema) por ejemplo campos sembrados, pasturas y asentamientos humanos. Las actividades, acciones e intervenciones que el hombre ejerce sobre una determinada superficie de tierra para producir, modificarla o simplemente mantenerla se denominan “uso actual del suelo”. El uso actual puede ser clasificado en: agrícola, ganadero, mixto, forestal, etc. Determinar el uso actual del suelo e identificar sus principales coberturas vegetales, nos permite establecer el grado de intervención y monitorear los cambios de uso del suelo. Conocer el uso actual del suelo, constituye además el insumo básico para la determinación de la superficie útil o neta para ganadería, descontando las áreas a las que los animales no tienen acceso al pastoreo.
El presente trabajo constituye un avance en la determinación de la superficie ganadera neta del Noroeste de Corrientes.
Se determinaron cinco (5) tipos de usos en el territorio (Tablas 1 y 2). El tipo de uso agrícola incluye principalmente cultivos extensivos: arroz, sorgo y maíz.
Otra integrante del equipo de recursos naturales, la ingeniera Sandra Perucca, dijo que, se incluyeron en esta categoría los lotes asociados a la horticultura a campo, horticultura y floricultura bajo cubierta y fruticultura.
El tipo de uso forestal incluye principalmente los lotes con implantación de pinos y eucaliptos; mientras que, en la cobertura de bosques nativos, se consideraron solamente aquellas áreas con especies arbóreas propias de la región. En el caso del uso tipo pastoril se consideraron solamente aquellos lotes cultivados con pasturas megatérmicas, en su mayoría perennes. Finalmente, en lo que corresponde a la cobertura “Otros”, se identificaron y agruparon zonas urbanas, zonas industriales, acuicultura y otros usos antrópicos no incluidos en los anteriores.
Cuando se consultó sobre la finalidad de este trabajo, tanto Kurtz como Perucca, respondieron que, “se trata de identificar, clasificar y digitalizar el uso actual del suelo en los departamentos que componen el territorio Noroeste de Corrientes.
Sandra Perucca, mencionó que los métodos y materiales utilizados para la identificación de los distintos usos del suelo, se corresponden con imágenes satelitales Landsat 8 del año 2016. Sobre ellas se digitalizaron los polígonos de las diferentes coberturas de uso actual, a escala de visualización de 1:50000. Se trabajó con el software ArcGIS 10 – ESRI. Una vez digitalizados los polígonos se realizaron los controles de campo con el soporte del software Quantum GIS y GPS, que permiten la navegación con imágenes satelitales a tiempo real. Luego de las salidas de verificación en el campo, las coberturas se corrigieron y se re-digitalizaron. Finalmente se ingresaron los atributos correspondientes (AGRICOLA, FORESTAL, PASTORIL CULTIVADO, BOSQUE NATIVO, OTROS) y se calculó el área intervenida (arriba en la Figura 1).
En las conclusiones del informe, Kurtz y su equipo, determinaron que solamente el 4% (30.198 ha) de la superficie del Noroeste se encuentra intervenida con actividades agrícolas, forestales y otros usos antrópicos, mientras que otro 14,4% (96.691 ha) se encuentra ocupado con bosques nativos. Este trabajo representa un gran avance para el cálculo de la superficie neta, resta identificar las áreas de humedales naturales (lagunas, esteros profundos etc.) y aplicar a cada cobertura los respectivos de accesibilidad o coeficiente de disponibilidad para el pastoreo. Luego, conociendo las cargas ganaderas estaremos en condiciones de calcular la carga ganadera “real” de los Departamentos en cuestión.
Para finalizar Kurtz, mencionó que “cuando esta información se encuentre disponible, será de gran utilidad para orientar las políticas públicas de promoción de la implantación de pasturas cultivadas y los servicios de extensión donde sea más necesario”.
Fuente: INTA por Ditmar Kurtz, Sandra Perucca