Impuesto a exportaciones de Argentina limita producción maíz e impulsa soja

La Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) dijo el miércoles que el impuesto a las exportaciones que aplicó el Gobierno argentino este mes limitará la producción de maíz de la temporada 2018/2019 e impulsará la cosecha de soja.

La cosecha de maíz de Argentina, de todos modos, alcanzará un récord de 43 millones de toneladas en la campaña agrícola que acaba de comenzar, cerca de los 53 millones de toneladas esperados para la producción de soja.

 

El impuesto, que formó parte de un paquete de medidas para sortear la crisis financiera que atraviesa el país, establece una tasa de 4 pesos por cada dólar exportado a los embarques de productos del sector primario y de los derivados de la soja.

Con el actual valor del dólar, la medida representa una tasa de cerca del 10 por ciento. Sin embargo, a diferencia del maíz, las exportaciones de soja ya estaban gravadas y la decisión oficial terminó representando un alza real de solo 2,5 puntos porcentuales en el impuesto.

“El impacto del nuevo esquema regulatorio no va a ser captado por el maíz temprano (de primera), pero sí entendemos que va a tener un impacto negativo en la decisión de siembra de maíces tardíos”, dijo Esteban Copati, jefe del departamento de Estimaciones Agrícola de la BCBA en un congreso de la entidad.

Según Copati, el área dedicada al maíz en la campaña 2018/19 sería de 5,8 millones de hectáreas, aunque “podría haber sido aún superior”. En la campaña pasada se sembraron 5,5 millones de hectáreas, pero una histórica sequía limitó la producción a solo 31,7 millones de toneladas.

Con respecto a la soja, Copati señaló en su presentación que “si nos preguntaban dos meses atrás cuál era el escenario posible, sin dudar hubiéramos dicho que la soja iba a seguir retrayendo área”, como en las últimas dos temporadas.

Para la Bolsa, la superficie sembrada con soja 2018/19 alcanzará los 17,9 millones de hectáreas, desde los 17,7 millones de la campaña pasada, que produjeron apenas 35,1 millones de toneladas por una severa escasez de agua.

“Muchos productores vuelcan sus intenciones de siembra hacia la soja, que es un cultivo que es menos intensivo en el uso de insumos”, dijo Copati.

A su vez, la previsión de un crecimiento de un 10 por ciento interanual en la cosecha de trigo 2018/19, a un récord de 19,7 millones de toneladas, alentará la siembra de soja tardía, ya que la trilla del cereal por momentos coincide con las fechas de implantación de la oleaginosa de segunda, agregó Copati.

Fuente: Bolsa de Cereales de Buenos Aires

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